Mientras la cámara aprobaba la extinción de 109 fideicomisos que financiaban la ciencia, la cultura y la protección de víctimas, los recursos para Defensa aumentaron más que nunca.
Mientras decenas de investigadores y defensores de derechos humanos protestaban frente a la cámara de diputados por la extinción de 109 fideicomisos abarcando temas como desarrollo científico, cultural y deportivo del país. El presidente, Andrés Manuel López Obrador celebraba la medida. Esta busca cuadrar el presupuesto del año debido a la recesión inducida por la pandemia.
Sin embargo, fuera de esta lista quedaron fideicomisos intocables, que no solo no fueron extinguidos sino además han sido los mas beneficiados de este sexenio: las reservas para el Ejercito.
La Sedena cuenta con cuatro fideicomisos con aproximadamente 32.000 millones de pesos (1.500 millones de dólares) que sirven para la compra de equipo militar (90% de esa bolsa), haberes de retiro, pensiones y compensaciones, subsidios a los hijos del personal del Estado Mayor Presidencial y familiares de militares fallecidos en misiones de alto riesgo.
Ninguno de estos fondos fue afectado. Es más, ningún gobierno había financiado con esa cantidad de recursos al Ejercito.
Una investigación de mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad ha desvelado que los recursos destinados al Ejército pasaron de unos 4.000 y 5.000 millones de pesos —durante los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto— hasta los más de 30.000 millones a mediados de este año con el Gobierno de López Obrador. Por su parte, un informe de la auditoria superior de la federación concluyo que los fondos “carecen de procedimientos formales que regulen el registro, control y seguimiento de los recursos”.
La suma ha alcanzado al fondo de estabilización presupuestal, los ahorros del Estado, que se redujeron a finales del año pasado para tapar los agujeros del gasto y compensar los ambiciosos programas sociales y de infraestructura del Gobierno de López Obrador.
La estrategia del Gobierno para la eliminación de los 109 fideicomisos era, además de recuperar los 68.000 millones de pesos de estas partidas (más de 3.000 millones de dólares), otorgarle a Hacienda el poder de repartir el año que viene esos recursos. Algo que no ha sucedido con el fideicomiso del Ejército, que supone casi la mitad del total de lo recaudado.