El responsable de la unidad del gobierno mexicano encargada de subastar los bienes incautados a delincuentes dijo que había un patrón de irregularidades dentro de la agencia, según una carta que anunciaba la renuncia del funcionario.
Jaime Cárdenas renunció el lunes a su cargo de director general del Instituto Mexicano para Devolver al Pueblo lo Robado, o INDEP, detallando una serie de presuntos actos de corrupción que había encontrado al iniciar su cargo hace apenas tres meses. La agencia fue creada por el presidente Andrés Manuel López Obrador el año pasado para subastar los bienes incautados, incluyendo coches y mansiones, de actividades ilegales.
“Al inicio de nuestro servicio, encontramos probables irregularidades administrativas”, escribió Cárdenas en la carta dirigida al presidente. Las banderas rojas incluían “mutilación de joyas, contratos favorables a empresas y no al INDEP, y conducta de los funcionarios públicos contraria a las normas”.
Ya se han presentado quejas a la Fiscalía General y al órgano de control interno, dijo el funcionario saliente. No respondió a llamadas telefónicas solicitando comentarios por parte de prensa internacional.
Cárdenas también afirmó que la agencia se encuentra en una situación financiera difícil, con más de mil millones de pesos (46 millones de dólares) adeudados en adjudicaciones de cumplimiento laboral y deudas adicionales a los proveedores. Además, dijo, una transferencia de 2 mil millones de pesos (91 millones de dólares) a la agencia por parte de la Procuraduría General de la República aún no ha sido finalizada.
“La situación es grave y urgente”, escribió.
Durante su mañanera, López Obrador dijo que el próximo jefe de la agencia, Ernesto Prieto, tendrá que limpiar cuando asuma el cargo, después de que Cárdenas no estuviera dispuesto a hacerlo.
“Siempre tenemos que avanzar”, dijo. “Esta es la lucha de David contra Goliat”.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público no respondió inmediatamente a peticiones de comentarios.