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Jesse Armstrong, creador de ‘Succession’: “Podríamos haber seguido eternamente con los personajes, pero la historia empresarial tenía que terminar”

El imperio mediático de Logan Roy ya tiene heredero. Succession, una de las series más aplaudidas y premiadas de los últimos años, cerraba sus tramas este...

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¿Ha muerto la objetividad en los medios (si es que alguna vez existió)?

Periodistas, la objetividad ha muerto. Reporteros, editores, críticos de medios y académicos llevan algún tiempo pidiendo una oración por su alma en periódicos, revistas y universidades. No son todos: los hay que opinan que la noticia de esa muerte es sencillamente exagerada. El debate no es nuevo, pero está tan vivo en esta sociedad polarizada que últimamente lo parece. En una trinchera de las así llamadas “guerras de la objetividad” están quienes defienden que llegó el momento de jubilar un concepto centenario que definió (como una imposibilidad a la que aspirar) el teórico del periodismo Walter Lippmann en su clásico Liberty and the News (La libertad y las noticias, 1920). En él describía un tiempo asombrosamente parecido al nuestro, en el que “la gente ya no reacciona a las verdades, sino a las opiniones”. Lippmann pedía a los reporteros que no sirvieran a ninguna causa “por buena que fuera” y proponía aplicar métodos científicos para profesionalizar los medios, hasta entonces transparentemente partidistas. Hizo tanta fortuna la propuesta que el ideal de la objetividad —que, según el diccionario...

La sexta es la vencida

Hace unos días el presidente Andrés Manuel López Obrador vislumbró el probable movimiento de izquierda a centro que habrá de tener su relevo en el gobierno de la 4T. Señaló que, por obvias razones, en el siguiente sexenio quien recoja su estafeta dentro de Morena recurrirá menos a la polarización o a la confrontación. Hace una semana, en este espacio, abordé las razones e implicaciones de este muy probable escenario. Sin embargo, hay una consecuencia que no se comentó: antes de ese esperado corrimiento hacia el centro, López Obrador intentará empujar las cosas en la dirección opuesta durante el tiempo que le queda en Palacio Nacional. La razones para esta “radicalización” son esencialmente prácticas. López Obrador asume, con toda lógica, que Claudia Sheinbaumo Marcelo Ebrard, o quien le suceda, será un presidente con menos fuerza de la que él tiene. Por razones complejas, pero ampliamente conocidas, el carisma, la popularidad, el liderazgo sobre el movimiento, la astucia política son intransferibles. La capacidad para negociar, contrarrestar y en ocasiones imponerse a gobernadores, cúpula empresarial, líderes sindicales,...
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