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La importancia de la inversión extranjera en México

La inversión extranjera directa (IED) es uno de los factores más importantes en una economía emergente como la de México. Diversos estudios han mostrado la relación directa que existe entre el crecimiento económico y la inversión extranjera directa. La inversión extranjera aumenta la disponibilidad de tecnología adecuada para el proceso de producción, importada de países con un mayor grado de desarrollo y adaptadas a las condiciones locales. Esto se complementa con un incremento en la capacitación de los empleados locales por parte de las empresas extranjeras que invierten en el país. También lo llamamos intercambio de conocimiento entre países.

El mayor grado de competencia entre las empresas extranjeras genera incentivos para que las empresas locales optimicen sus procesos de producción, aumentando la eficiencia. Ayuda a desarrollar diferentes industrias y abrir mercados que no existían dentro de un país. La llegada de empresas exportadoras contribuye a abrir nuevos mercados para los demás agentes de la industria local. Las empresas extranjeras tienen mayores opciones de consecución de recursos en el mercado financiero internacional, lo cual contribuye a eliminar las restricciones crediticias del mercado local. Dado su carácter predominantemente industrial, la inversión extranjera directa se asocia con recursos de largo plazo, generando empleo de manera estable.

Según el portal de la Secretaría de Economía del Gobierno de México y el Banco de Santander, México es uno de los países emergentes más abiertos a la inversión extranjera directa, el noveno mayor receptor de IED del mundo. Las entradas de IED cayeron a USD 29.000 millones en 2020, frente a los USD 34.000 millones del año anterior (-15%). Esto puede ser debido a la inestabilidad política y el gobierno socialista de Andrés Lopez Obrador. El stock total de IED se estima en USD 597.000 millones en 2020. En general, las entradas de IED se vieron afectadas por la creciente incertidumbre sobre la agenda económica del Gobierno, su enfoque en la austeridad fiscal, la caída de la inversión fija y la contracción del PIB (-8,2%). A estos factores se sumó la persistente preocupación por la postura crítica de la actual administración sobre las asociaciones público-privadas (APP) y el papel del sector privado en industrias clave, junto con la situación financiera de la empresa petrolera estatal Pemex y la masiva ayuda que recibe del Gobierno (valorada en USD 3500 millones).

Las aliados económicos de inversiones son principalmente Estados Unidos, España, Canadá y Alemania. Los sectores que reciben importantes inversiones extranjeras son la industria manufacturera (especialmente la automovilística), los servicios financieros y de seguros, el comercio minorista y mayorista y las comunicaciones. Las inversiones extranjeras se concentran sobre todo en las ciudades vecinas a la frontera con Estados Unidos (donde se encuentran muchas fábricas de montaje), así como en la capital. Gracias a su sólida industria turística, la Península de Yucatán también recibe importantes inversiones extranjeras.

En cuanto miembro del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (USMCA), de la OCDE, el G20 y la Alianza del Pacífico, México está muy bien integrado en el orden económico mundial, lo que lo convierte en un país atractivo para la IED. Además, México goza de una ubicación geográfica estratégica, un gran mercado interno, una amplia variedad de recursos naturales, una fuerza laboral relativamente bien cualificada y una economía diversificada. Sin embargo, en los últimos años la competitividad de México se ha visto afectada por el aumento de la delincuencia organizada y la falta de reformas en el sector energético y en la normativa fiscal.

La corrupción y la ineficiencia administrativa también han sido problemas de peso, y el clima de negocios sigue sufriendo por culpa de los riesgos de seguridad en el país. El país ocupa el puesto 60 entre 190 economías en el último informe Doing Business del Banco Mundial, publicado en 2020, y perdió seis puestos con respecto al año anterior. Entre las mayores inversiones que se produjeron en los últimos años está la compra del banco mexicano ABC Capital por parte de la fintech argentina Ualá, en 2021. Sin embargo, el valor de la transacción no fue revelado.

Reconociendo el hecho de que la IED puede promover el desarrollo económico, todos los gobiernos desean atraerla. Además, el mercado mundial de las inversiones de este tipo es sumamente competitivo y sobre todo, los países en desarrollo buscan este tipo de inversión para acelerar la ejecución de sus programas de desarrollo. Dado que los marcos de política económica liberales, están perdiendo parte de su capacidad tradicional de atraer la IED. Los gobiernos desean facilitar en forma más activa este tipo de inversión.

No obstante, los factores económicos siguen siendo críticos. El elemento que probablemente adquirirá mayor importancia en el futuro es la combinación precisa de ventajas de ubicación y, en especial, los recursos que un país o región pueda ofrecer a los potenciales inversionistas. Los países como México y los de América Latina deben de también enfocarse en mantener un ambiente de negocio atractivo para inversionistas. Por eso existe una correlación de fuga de fondos cuando un país cae en una recesión económica o una crisis política.