El mundo entero está experimentando un periodo de inflación alta, lo cual ha traído como consecuencia un alza en los precios de la comida, la gasolina, la energía y en los gastos de vivienda en general. Sin embargo, este incremento de precios ha impactado de manera desproporcionada a las personas que viven solas. Vivir solo trae consigo ventajas como ser independiente y no tener que llegar a compromisos con otras personas, y a su vez evita problemas de falta de comunicación sea con un compañero de piso o con una pareja. Pero al final del día, vivir solo termina costando mucho más, pues se termina pagando el 100% de todas las facturas con dinero proveniente de un solo salario.
Factores como depender completamente de un solo salario para pagar las facturas de los servicios y de las necesidades básicas terminan restringiendo bastante tanto el presupuesto de los ahorros personales como la libertad y el respaldo cuando se busca un nuevo empleo. La Oficina Nacional de Estadística del Reino Unido evidenció que las personas que viven solas con edades entre los 25 y los 65 años gastan en promedio el 92% de su salario, mientras que los que viven con otra persona solo gastan el 83% de este. Esto impacta significativamente la cuenta de ahorros individual, pues solo queda un 8% del salario, el cual generalmente se gasta en viajes o en entretenimiento. Además, estudios también confirman que viajar solo sale más costoso también. Destinia, una plataforma de organización de viajes, demostró que los ‘solo travelers’ gastan 79% más en sus vacaciones que las personas que viajan en pareja o grupo.
El mundo y la mayoría de los bienes están diseñados para parejas, pues incluso en países como EE. UU. las parejas terminan pagando menos impuestos si declaran juntos a que si declararan los impuestos por separado. Varios estudios confirman que eso denominado como ‘tasa single’, es decir pagar íntegramente todos los gastos al vivir solo, perjudica la economía personal y supone un sobrecosto significativo. La consultora Nielsen ha estimado que, al vivir solo, una persona gasta un 25% más en alimento y ocio en comparación a los que viven con al menos otra persona. También cabe aclarar que, cuando se trata de pedir un préstamo para comprar una casa, por ejemplo, es probable que el banco apruebe un monto mayor si la persona tiene pareja, pues tener dos ingresos disminuye el riesgo como prestatario e incrementa el poder adquisitivo. En países como Italia y España se ha empezado a informar sobre el tema. Vivir como una persona ‘single’ en Italia incrementa el costo de vida por un 78% a comparación de los que viven con una familia de 3 integrantes.
Esto es preocupante, pues se estima que el 33,2% de la población es ‘single’. Por otro lado, en Aragón, España alguien que vive solo tiene un gasto medio de 2.822,41 euros en alimentación al año, mientras que los que viven en pareja gasta 2.554,65 euros al año.
La INE, a través de una Encuesta Continua de Hogares, ha presenciado un aumento sostenido desde el año 2013 de los hogares unipersonales. Además, el INE estima que hay 5.200.000 viviendas en toda España en las que vive una única persona, y la tendencia indica que este número incrementará por otro medio millón de hogares para el 2035. Otro estudio realizado por Ocean Finance también evidenció que, en el Reino Unido, las personas que viven solas pagan 7,564 libras más al año en el costo de vida que las personas que comparten casa con una persona.
El problema es claro, y muchas personas están pidiéndole un tipo de subsidio a los gobiernos de sus países, pues no es justo que las personas solteras (sea por elección o no) sean impactadas negativamente en cuanto a lo económico por el simple hecho de vivir solos. La casa, la declaración de la renta y la comida pueden llegar a salir un 25% más económicos si se convive con otra persona, pero no debería de penalizarse el hecho de vivir en hogares unipersonales en vez del modelo de familia tradicional.