Como si se tratara de la estratosférica carrera de Mondo Duplantis —quien desde 2020 ha ido elevando año a año el listón del récord de salto con pértiga hasta dejarlo esta semana en París en los 6,25 metros— la crisis climática causada por el ser humano está haciendo que el planeta rompa marcas de calor que duran un suspiro. El pasado mes dejó la temperatura media diaria más alta registrada en el conjunto de la Tierra (superficie marina y terrestre) hasta ahora: 17,16 grados Celsius, según los datos difundidos por varias agencias, como la NASA estadounidense y la europea Copernicus, y la Organización Meteorológica Mundial (OMM). El anterior récord —17,08 grados— se dio en julio de 2023, que a su vez desbancó a otro de agosto de 2016.
Que se supere de nuevo este récord es solo cuestión de tiempo, advierte Rebecca Emerton, científica del servicio de cambio climático de Copernicus. “A medida que el clima sigue calentándose, estamos abocados a ver nuevos récords en los próximos años, la cuestión es solo cómo de pronto será”, añade. Esta experta, como otros climatólogos, apunta también que, aunque todavía faltan meses para que termine, 2024 se perfila en su conjunto como el año más cálido, desbancando a 2023.
Aunque la variabilidad natural del sistema climático influye, que estas plusmarcas se estén rompiendo en tan poco tiempo es el reflejo del proceso de calentamiento del planeta, que se está acelerando en las últimas décadas. Según Copernicus, el pasado julio estuvo 1,48 grados por encima de la media estimada para ese mes del periodo preindustrial (1850-1900), es decir, antes de que la humanidad empezara a quemar de forma masiva los combustibles fósiles que liberan los gases de efecto invernadero que sobrecalientan la Tierra.
Cuando se habla de las temperaturas más altas registradas hasta ahora, generalmente, se hace referencia a la segunda mitad del siglo XIX, cuando arrancaron las mediciones instrumentales. Pero muchos paleoclimatólogos y el propio IPCC (el panel de expertos internacionales que bajo el paraguas de la ONU sienta las brs de la ciencia climática) señalan que hay que retroceder miles de años para encontrar un planeta tan cálido.
Los datos diarios que ofrece Copernicus, el programa de observación de la Tierra financiado por la Unión Europea, se remontan a 1940. Se refieren a la temperatura media del aire en la superficie del planeta a dos metros del suelo. Y, según explica en su boletín de julio, el pasado mes el planeta experimentó los dos días más calurosos de su registro. La temperatura media mundial diaria alcanzó los 17,16 grados y 17,15 grados los días 22 y 23 de julio. Pero este programa aclara: “dada la pequeña diferencia, similar al nivel de incertidumbre en los datos de ERA5, no podemos decir con total certeza cuál de los dos días fue el más caluroso”. El sistema ERA5 es el modelo meteorológico de Copernicus que se elabora con datos de observación de satélites y sensores terrestres y que la UE ofrece en abierto.
Por su parte, la NASA apuntó también hace unos días al 22 de julio como la jornada más cálida hasta ahora, según sus propias mediciones. “Estas temperaturas récord son parte de una tendencia de calentamiento a largo plazo impulsada por las actividades humanas, principalmente con la emisión de gases de efecto invernadero”, recalcaba la agencia estadounidense. En la misma línea, la Organización Meteorológica Mundial reconoce que ese récord es “otra señal no deseada de hasta qué punto los gases de efecto invernadero de las actividades humanas están cambiando nuestro clima”.
“El calor extremo afectó a cientos de millones de personas durante todo el mes de julio, con un efecto dominó que se sintió en toda la sociedad”, ha sostenido la OMM. “Olas de calor generalizadas, intensas y prolongadas han azotado todos los continentes en el último año. Al menos 10 países han registrado temperaturas diarias de más de 50 grados Celsius en más de un lugar”, ha afirmado a través de un comunicado Celeste Saulo, secretaria general de esta organización dependiente de Naciones Unidas.
2024, hacia el año más cálido
Durante 13 meses (de junio de 2023 a junio de 2024) las temperaturas mensuales mundiales han sido de récord. Esta otra racha, distinta a la de los récords diarios, se habría roto en julio por muy poco, según los últimos datos de Copernicus. Porque la temperatura media del aire en la superficie del planeta el pasado mes fue de 16,91 grados, tan solo 0,04 grados por debajo del anterior máximo, que fue julio de 2023. De nuevo, la diferencia es tan pequeña que no está del todo claro. La OMM no se ha mojado este miércoles sobre el puesto en el ranking que ocupará en su conjunto julio de 2024.
En cualquier caso, lo esperable es que, tras esos 13 meses consecutivos de récords mensuales encadenados, se rompiera la racha. Porque El Niño, un patrón natural que hace que las temperaturas de la superficie del agua en las áreas tropicales del Pacífico aumenten y con ellas las del conjunto del planeta, se ha dado por finalizado. “Un regreso a condiciones neutrales en el Pacífico tropical o un paso a La Niña [el fenómeno opuesto] debería poner fin a ese aumento adicional de las temperaturas medias mundiales”, explica Emerton. Aunque, de momento, no se ha apreciado una reducción significativa de las temperaturas marinas ni en esta zona ni en muchas áreas oceánicas.
Pese a la reducción prevista para el segundo semestre del año, los expertos consideran muy probable que 2024 vaya a cerrar como el año más caluroso registrado en el planeta hasta ahora, desbancando a 2023. “Parece cada vez más probable que 2024 sea más cálido que 2023″, sostiene Emerton. Esto se debe a que la anomalía de los seis primeros meses de este año fue tan alta que se necesitaría una caída muy profunda en el resto de 2024, que “rara vez” se ha dado, añade esta experta. El científico Zeke Hausfather, de la organización estadounidense Berkeley Earth, cifraba en un reciente artículo en un 95% las probabilidades de que 2024 supere a 2023. A eso mismo acaba de apuntar Copernicus en su boletín mensual: “es cada vez más probable que 2024 sea el año más cálido registrado”.