Europa se encuentra sumida en la segunda ola de Covid-19. El aumento de hospitalizaciones y decesos está impulsando a los gobiernos a imponer más restricciones, desde prohibiciones de viaje en Madrid hasta el cierre de bares en París.
Los casos confirmados en Francia, España y el Reino Unido son ahora más altos que en el pico de la emergencia durante esta primavera, aunque la tendencia también refleja una mejor detección del virus. Las infecciones también se han acelerado en Italia y Alemania en los últimos días.
Sin embargo, la crisis de salud no se muestra tan grave como en marzo y abril, cuando los hospitales de las regiones más afectadas de Italia y España no disponían de suficientes camas para tratar a todos los pacientes de Covid-19 afectados gravemente. Pero las autoridades europeas están preocupadas de que la presión sobre los hospitales pueda volver.
Los gobiernos europeos, se han mostrado ansiosos de mantener la recuperación económica del continente tras la fuerte contracción de la primavera, siguen descartando la posibilidad de que vuelvan a producirse cierres totales y confían en que se impongan restricciones más leves a la socialización y la circulación.
“Nuestras vidas deben poder continuar, aunque no como antes”, dijo Anne Hidalgo, la alcaldesa de París, al anunciar las medidas.
El lunes, la funcionaria francesa anunció nuevas restricciones en la región de París, donde las infecciones están aumentando rápidamente y alrededor del 36% de las camas de soporte vital están ocupadas por pacientes de Covid-19.
Las medidas, que entran en vigor el martes y tienen una duración mínima de dos semanas, incluyen el cierre de los bares de París y la imposición de nuevas y estrictas normas de higiene para los restaurantes. Los gimnasios y las piscinas para adultos también deben cerrar. Se prohíbe beber en público y escuchar música amplificada al aire libre después de las 22.00 horas. Se prohíben las fiestas de estudiantes universitarios y la ocupación durante las clases se reducirá a la mitad, con rotación de los estudiantes entre los que asisten en persona y a distancia.
Las autoridades regionales italianas también impusieron nuevas medidas durante el fin de semana, desde el uso obligatorio de máscaras en las calles de Roma hasta el toque de queda de las 23 horas en los bares de Nápoles. El gobierno nacional está considerando la posibilidad de extender esas medidas a todo el país.
Italia se ha alarmado por el repentino aumento de las infecciones diarias a más de 2.600, en comparación con los niveles de aproximadamente 1.500 durante gran parte de septiembre. La mayoría de las personas que actualmente dan positivo tienen síntomas leves o no tienen síntomas, pero el número de personas que necesitan tratamiento hospitalario está aumentando.
“El enemigo no ha sido derrotado todavía”, dijo el primer ministro italiano Giuseppe Conte el fin de semana. Hizo un llamado a los italianos para que no desperdicien el progreso contra el virus que el país logró con su rigurosa cuarentena esta primavera.
Los nuevos casos de Covid-19 en Alemania, que han estado aumentando lentamente desde mediados de julio, subieron bruscamente la semana pasada, llegando a 2.731 el 1 de octubre, el nivel más alto desde abril. La agencia de control de enfermedades de Alemania, el Instituto Robert Koch, dijo que las fiestas y reuniones familiares, incluyendo bodas, cumpleaños y funerales, eran las principales fuentes de nuevas infecciones.
En Madrid, actualmente una de las ciudades más afectadas de Europa, el aumento de los pacientes de Covid-19 en los hospitales ha impulsado al gobierno a prohibir los viajes no esenciales hacia y desde la ciudad. Los restaurantes tienen que cerrar a las 11 p.m., y las reuniones sociales de más de seis personas están prohibidas.
España, que ha estado luchando por contener el mayor brote de Europa, está registrando un promedio de más de 10.000 casos diarios, un aumento de más de 10 veces desde julio. Las muertes de Covid-19, que durante el verano raramente superaron los 10 por día, se han elevado a más de 120 por día.
En la capital de Bélgica, Bruselas, los hospitales comenzaron durante el fin de semana a redirigir a los pacientes con coronavirus a otras partes del país, a fin de mantener las camas libres para los pacientes con afecciones distintas de Covid-19. El número de nuevas infecciones diarias en Bélgica ha superado las 2.000, desde las 500 diarias de agosto.
El Reino Unido registró un promedio de más de 8.500 casos diarios durante los siete días hasta el 1 de octubre, cinco veces la tasa registrada un mes antes. En ese tiempo, los ingresos hospitalarios se han triplicado a alrededor de 380 por día y las muertes han aumentado a 40 por día desde menos de 10.
Las cifras muestran que el virus se está propagando con mayor rapidez en algunas partes del norte de Inglaterra, lo que ha llevado a las autoridades de salud pública a introducir restricciones localizadas que prohíben las reuniones y cierran los bares en ciudades como Liverpool, Warrington y Hartlepool. En todo el país, se ha dicho a los británicos que no se reúnan en grupos de más de seis personas y que los bares y restaurantes deben cerrar a las 10 de la noche.