Los cielos de México reportan, una vez más, turbulencias. La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) ha advertido de que el país latinoamericano tiene un problema de seguridad sobre sus servicios de navegación, los cuales no verifica y cuya inspección de ayuda a la radionavegación es deficiente. “Se han identificado importantes preocupaciones en materia de seguridad operacional que México aún no ha resuelto”, refiere en un comunicado interno la OACI. Las autoridades mexicanas ya han replicado que han cumplido en un 95% con la verificación de estos sistemas.
México cuenta con 90 días para subsanar las observaciones de seguridad de la OACI, de lo contrario el informe con los asuntos no resueltos se harán públicos en su sitio de internet. Hasta este momento, en este listado de países con asignaturas pendientes están Armenia, Bután, República Democrática del Congo, Ecuador, Liberia, Rusia y Zimbabue. La OACI realizó una auditoría sobre la seguridad operacional a la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) entre febrero y marzo pasados. Las radioayudas y su vigilancia permiten que los sistemas de navegación sean efectivos y que las aeronaves cuenten con la información necesaria para su navegación en el espacio aéreo mexicano.
Tras la difusión de esta primera alerta por parte del organismo aeronáutico internacional, el Gobierno de México ha dado a conocer que hace dos meses se habilitó un programa de verificación que abarca la revisión y calibración de las radioayudas: “A la fecha se ha verificado el 95% de las radioayudas existentes a nivel nacional, con lo cual se obtiene un elevado índice de conformidad a los márgenes internacionales de operación. En todo momento se privilegió la seguridad aérea y los ingenieros de los Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam) mantuvieron dentro de las normas de operación los sistemas de navegación, cuya evidencia fue presentada ante la OACI”, replicó la autoridad.
Rogelio Rodríguez, experto en Derecho de la UNAM, explica que aunque la OACI no tiene la injerencia para degradar la calificación de seguridad aérea, pero sí es un referente que puede ser tomado en cuenta por otros países como EE UU y es grave que un organismo internacional advierta sobre una falta de control de México sobre el tránsito aéreo.
“Este comunicado es muy llamativo porque la OACI externa su preocupación pública cuando se supone que la OACI trabaja en cooperación con los gobiernos y pareciera que no está habiendo una debida cooperación entre el organismo internacional y el Estado mexicano”, refiere. El especialista no descarta que tras este primer llamado de atención por parte de la OACI, Estados Unidos ponga más lupa sobre México e incluso prepare una nueva auditoría sobre el país: “Somos vulnerables ante Estados Unidos”, zanja.
Apenas en septiembre pasado, México solventó la auditoría de la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos y recuperó la máxima categoría de seguridad aérea. La recuperación del visto bueno de EE UU implicó la reapertura de nuevas rutas en ese país para las aerolíneas mexicanas. Una travesía en el desierto de más de dos años, decenas de reuniones binacionales y cientos de observaciones a resolver, tras la que el Gobierno actualizó la legislación, los manuales y prometió más inspectores de vigilancia, todas, acciones encaminadas a reforzar la seguridad.
Alfredo Covarrubias, secretario general del Sindicato Nacional de Controladores de Tránsito Aéreo, refiere que no sorprende la resolución preliminar de la OACI porque México aún tiene problemas de seguridad porque los militares no tienen la experiencia de los profesionistas: “La debilidad la encontramos en la falta de experiencia en la aviación civil. Yo creo que a la actual autoridad le falta sensibilidad, falta gente con experiencia en cada área, los aviones verificadores de los sistemas de navegación de la AFAC son insuficientes, así como el personal”, señala.
El Gobierno de México tardó más de dos años en recuperar el beneplácito de las autoridades aeronáuticas estadounidenses. Ahora, esta primera advertencia de la OACI vuelve a poner en tela de juicio los estándares de seguridad de la aviación civil en el país latinoamericano. En tres meses se conocerá si esta solo fue un llamado de alerta de fácil resolución o, por el contrario, los fallos exhibidos por la OACI requieren de una cirugía mayor.