En América Latina, nos podemos plantear una pregunta importante: ¿qué es más crucial en términos de recursos que fluyen desde el exterior, las inversiones de multinacionales y otros inversionistas internacionales, o las remesas enviadas por nuestros familiares que se han establecido en el extranjero?
Dentro de las inversiones internacionales, un enfoque interesante es comparar las estrategias de las dos mayores potencias económicas mundiales: China y Estados Unidos. Sus actividades arrojan luz sobre la importancia relativa de América Latina para cada uno de ellos. A continuación, compararemos país por país las inversiones extranjeras con las remesas.
Hace dos décadas, China comenzó a consolidar su influencia mundial mientras experimentaba un crecimiento económico sin precedentes. Esta expansión fue acompañada por un aumento en sus necesidades de recursos naturales y una creciente rivalidad con Estados Unidos. Uno de los campos de batalla de esta rivalidad fue la inversión extranjera.
En 2004, China invirtió 5.5 mil millones de dólares en el extranjero (MMDA), una cifra que se disparó a 55.9 MMDA en 2008. Sin embargo, lo más sorprendente estaba por venir: para 2016, la inversión china en el extranjero había alcanzado los 196 MMDA, un aumento de 35 veces en comparación con 2004. Sin embargo, desde 2016, la inversión china en el extranjero ha oscilado alrededor de los 137 MMDA.
El rápido aumento de la inversión china en el extranjero durante ese período podría haber sido una de las señales que despertaron la atención de Estados Unidos, llevándolos de una actitud de crecimiento colaborativo con China a una rivalidad más áspera y un juego de suma cero.
En contraste, Estados Unidos, donde las decisiones de inversión extranjera se toman en juntas directivas privadas descentralizadas, mantuvo inversiones considerables en el extranjero, oscilando entre 280 MMDA y 400 MMDA.
¿Cómo se traduce esto en términos de América Latina? En la década pasada, China centró su atención en nuestra región, llegando a destinar casi el 60% de su inversión extranjera en 2006 a América Latina. Desde 2010 hasta 2021, China ha seguido invirtiendo más en la región, alcanzando los 26 MMDA en 2021. En términos porcentuales, América Latina ha perdido relevancia, representando menos del 10% de las inversiones extranjeras de China al final de la década.
Por otro lado, las inversiones estadounidenses en América Latina pasaron de 42 MMD en 2010 a 65 MMD en 2021, manteniendo una participación constante entre el 17% y el 23% de todas las inversiones extranjeras de Estados Unidos.
En resumen, entre 2010 y 2020, Estados Unidos invirtió 387 MMD en América Latina, mientras que China invirtió 145 MMD. En comparación con el Plan Marshall de inversión en Europa después de la Segunda Guerra Mundial, ajustado a los valores actuales, América Latina recibió inversiones equivalentes a más de tres planes Marshall de estos dos países.
¿Cómo ven los países latinoamericanos estas inversiones desde su perspectiva nacional? Chile fue uno de los destinos favoritos de la inversión extranjera, recibiendo entre el 8% y el 12% de su PIB antes de 2016. Sin embargo, después de 2016, cayó al 2% del PIB y, aunque ha recuperado cerca del 6% del PIB, no ha vuelto a los niveles anteriores.
Colombia y Brasil reciben constantemente alrededor del 4% del PIB en inversiones extranjeras, mientras que México recibe aproximadamente el 3% y Argentina oscila entre el 1% y el 2%. Aunque estos porcentajes pueden parecer similares, representan cantidades significativamente diferentes debido al tamaño de estas economías.
Para obtener una perspectiva más precisa, consideremos la inversión extranjera por habitante. Chile lidera con más de mil dólares por persona antes de 2015, seguido por Brasil, México y Colombia, con entre 300 y 400 dólares por persona. En el otro extremo se encuentran Argentina y Venezuela, con datos hasta el periodo anterior al gobierno de Maduro.
En Centroamérica, Panamá destaca con más de mil dólares por habitante antes de la pandemia, seguido por Costa Rica con entre 500 y 600 dólares por persona, mientras que Guatemala, El Salvador y Honduras reciben alrededor de 100 dólares por habitante.
En conclusión, ¿quién valora más a América Latina en términos económicos? Desde México hasta Colombia, las remesas de nuestros familiares en el extranjero superan a las inversiones internacionales, lo cual es un cambio significativo en comparación con décadas anteriores. Sin embargo, es importante recordar que la inversión extranjera aporta beneficios adicionales, como tecnología avanzada, capacitación de empleados y acceso a mercados globales, que las remesas no pueden ofrecer de inmediato.
En última instancia, ambos flujos de recursos, inversiones y remesas, desempeñan un papel crucial en la economía de América Latina, y la región debe seguir tratando bien a los inversionistas externos mientras aprovecha el impacto positivo de las remesas en el tejido social y el consumo de las familias.