Un presunto donativo hecho por la paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex) al Gobierno cubano ha desatado una serie de reacciones que dejan a la empresa, la petrolera más endeudada del mundo, aún más vulnerable. No solo le costó la pérdida de un préstamo, sino que complica sus prospectos de inversión, coinciden analistas.
En las últimas semanas, han trascendido reportes en medios que aseguran que la empresa mexicana envió dos buques de crudo, uno en junio y otro en julio, con cargamentos de crudo valorados en 77 millones de dólares, citando información de los puertos marítimos. Por separado, un columnista en el diario Milenio aseguró que, en agosto, el Banco de Exportaciones e Importaciones de Estados Unidos (Eximbank) había negado a Pemex un préstamo por 800 millones de dólares por haber “donado” a Cuba barriles de crudo. La situación puso en aprietos a la canciller mexicana, Alicia Bárcena, quien aseguró que México estaba buscando un mecanismo para que Cuba pagara por ese crudo.
Días después, una representante de Florida en el Congreso estadounidense, María Elvira Salazar, envió una carta a la presidencia del Eximbank, felicitando al banco por “sostener los derechos humanos” al negarle el préstamo a México, argumentando que Cuba es una dictadura. El lunes, el director general de Pemex, Octavio Romero, compareció ante el Congreso mexicano y respondió a una pregunta de una diputada sobre el tema negando que se había donado el petróleo. “Petróleos Mexicanos no ha realizado ningún donativo de combustibles a ningún gobierno extranjero”, dijo. “No miento”, sentenció.
Bajo la ley Helms-Burton en EE UU, conocida también como Libertad, EE UU puede abrir casos legales en contra de empresas que tengan algún vínculo económico o comercial con la dictadura de Cuba, explica Diego Marroquín, académico e investigador especialista en la relación México-EE UU. “Bajo esta perspectiva, si una empresa paraestatal mexicana tiene un vínculo comercial con la dictadura cubana, esto mina la inversión en el país”, asegura Marroquín. “Se vuelve mucho menos confiable. Un inversionista o alguien que le pudiera prestar dinero a Pemex se da cuenta de que la empresa pudiera estar sujeta a procesos legales por estos vínculos, y es mucho más difícil que le presten dinero”, dice el especialista.
En 2021, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que México, por ser “una nación independiente”, enviaría buques cargados de combustible diesel a Cuba en un momento crítico para el Gobierno de la isla, cuando se desataron protestas inusuales. El país caribeño se ha beneficiado de distintos esquemas comerciales a cambio de crudo, entre ellos la compra de petróleo a precios preferenciales y hasta el pago a través del servicio de médicos en el extranjero.
“México siempre ha apoyado a Cuba y a los países del istmo Centroamericano”, recuerda Ignacio Martínez, economista especializado en comercio e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). “México no está obligado a determinar la venta del crudo a tal o cual país bajo un precio internacional. Eso depende de cada petrolera. En este caso, esto es lo que Gobierno mexicano está buscando para no lastimar sus intereses con Washington”, agrega Martínez.
Esto empeorará la situación financiera de México, dice Marroquín. El presupuesto federal para el próximo año contempla un incremento en la deuda hasta alcanzar el 4,9% del Producto Interno Bruto (PIB). En este contexto, Marroquín cuestiona: “La pregunta obligada es ¿qué hace la paraestatal petrolera más endeudada de todo el mundo regalando petróleo a otro país cuando el mismo país se va a enfrentar, el próximo año, al déficit fiscal más grande en las últimas dos décadas?”