La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto significativo en la economía global, y América Latina no ha sido la excepción. Según el Fondo Monetario Internacional, la economía de América Latina se contrajo un 7% en 2020, lo que ha llevado a una mayor pobreza en la región. Según un informe de UNICEF publicado recientemente, la pandemia ha agregado 15.9 millones de niños y jóvenes a la pobreza en América Latina.
El informe de UNICEF revela que el número de niños y jóvenes que viven en la pobreza en América Latina ha aumentado de 63 millones a 79 millones en 2020. Además, se estima que 1 de cada 3 niños en América Latina vive en la pobreza, lo que representa una preocupante situación para la región.
El informe también destaca que la pandemia ha afectado de manera desproporcionada a los niños y jóvenes en América Latina. Los niños y jóvenes que viven en hogares más pobres han experimentado una mayor disminución en sus ingresos que aquellos que viven en hogares más ricos. Además, muchos niños y jóvenes han perdido el acceso a servicios esenciales como la educación y la atención médica debido a la pandemia.
En México, la situación no es diferente. Según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), la pobreza en el país ha aumentado en un 3.8% en 2020 en comparación con 2018. Además, se estima que más de la mitad de la población en México vive en la pobreza.
La pandemia ha afectado de manera significativa la economía de México, especialmente en el sector informal, que representa el 57% de la fuerza laboral en el país. Muchos trabajadores del sector informal han perdido sus trabajos y han visto disminuir sus ingresos durante la pandemia. Además, el cierre de escuelas ha afectado a millones de niños y jóvenes en México, muchos de los cuales no tienen acceso a la educación en línea.
Ante este panorama, es necesario que los gobiernos de América Latina tomen medidas para combatir la pobreza y la desigualdad. Es fundamental que se implementen políticas públicas que permitan un acceso equitativo a la educación, la atención médica y otros servicios esenciales para los niños y jóvenes de la región. Además, es necesario que se apoye a los trabajadores del sector informal con programas de apoyo financiero y capacitación para ayudarles a recuperar sus ingresos y mejorar su calidad de vida.
En el caso de México, el gobierno ha implementado programas sociales como “Jóvenes Construyendo el Futuro” y “Sembrando Vida” para apoyar a los jóvenes y trabajadores del sector informal. Sin embargo, aún queda mucho por hacer para combatir la pobreza y la desigualdad en el país.