2023 se perfila ya como un año récord en el envío de remesas que los connacionales mandan a sus familiares en México, mayoritariamente de trabajadores en Estados Unidos. Así lo indican las predicciones y las cifras de noviembre, publicadas este martes, que suponen otro techo en el envío desde el extranjero: ese mes entraron al país 4.098 millones de dólares, un máximo histórico para ese periodo desde que inició el registro en 1995 y que implica un incremento anual de 1,9%. Hasta noviembre de 2023 se habían recibido 57.796 millones de dólares, casi rozando ya los 58.510 millones del año anterior.
Entre enero y noviembre del año pasado, las remesas acumuladas suponen un incremento de 8,7% en comparación con el mismo periodo en 2022. El ingreso promedio mensual fue de 5.254 millones de dólares, por lo que, de continuar este comportamiento, las remesas pudieran alcanzar los estimados para 2023 planteados por las autoridades. El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo en octubre que estima que lleguen a 63.000 millones, una proyección conservadora en comparación con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), multilateral con sede en Washington, que estima lleguen a 64.247 millones.
De cumplirse los pronósticos, las remesas pudieron haber crecido a un ritmo doble que la economía del país, según un análisis de BBVA publicado el martes. “Se pronostica que la economía mexicana podría crecer 2.9% para 2024, mientras que las remesas aumentarían en este año en 6,6%”, escribió en el reporte Juan José Li Ng, economista para México del banco español. Con el dato más reciente,se hila una racha de 43 meses consecutivos con crecimiento, iniciada desde mayo de 2020.
Esta fuente de divisas es la segunda más grande para México, después de las exportaciones, según un análisis de la Casa de Bolsa Monex. López Obrador ha calificado las remesas como un “éxito” propio de su Administración, lo que generó críticas, ya que la migración de mexicanos al extranjero, mayoritariamente a Estados Unidos, refleja una falta de oportunidades económicas en su país de origen.
Además, su comportamiento ha sorprendido a analistas, porque cada año han aumentado de manera considerable, incluyendo durante la contracción económica por la pandemia de la covid-19 en 2020. “Los apoyos extraordinarios enviados por mexicanos en el extranjero en medio de la crisis sanitaria, el aumento del éxodo de mexicanos a los Estados Unidos, el mayor flujo de extranjeros que pasan por México o se queda en el país como refugiado o trabajador temporal, así como los presuntos procesos de lavado de dinero vía las remesas parecen explicar los aumentos exponenciales en las remesas recibidas en México que lo colocan ya en el tercer país con más ingresos por remesas en el mundo, detrás de China y la India”, escribieron analistas del centro de estudios Signos Vitales en un reporte a mediados de 2023. Las remesas suman 800.000 millones de dólares a nivel mundial, según un estimado del Banco Mundial.
El estudio de Signos Vitales generó polémica en México, ya que aseguró que 7,6% del dinero que se envió como remesas a México desde EE UU en 2022 fue dinero del narcotráfico (al menos 4,4 millones de dólares). Unos meses después, una investigación de la agencia Reuters expuso, a través de testimonios, cómo el Cartel de Sinaloa, una de las organizaciones delictivas más poderosas, recluta a ciudadanos en México para cobrar supuestos envíos de familiares y depositarlos en cuentas pertenecientes al crimen organizado. Es decir, cómo los criminales lavan dinero disfrazado de remesas.
Por otro lado, hay un segundo factor que impacta el flujo a México: la crisis migratoria. Durante la Administración de López Obrador, se ha dado entrada al país a cientos de miles de personas que viajan de los países más pobres e inseguros de Latinoamérica, entre ellos Honduras, El Salvador y Haití, buscando entrar a EE UU. Mientras EE UU procesa sus peticiones de asilo, muchos han permanecido en México, a dónde sus familiares les envían remesas.
La situación en la frontera norte que divide México con EE UU ha llegado a una situación inmanejable para el país del norte, según han dicho autoridades. La semana pasada, una comitiva de alto nivel viajó desde la Casa Blanca a Palacio Nacional para reunirse con López Obrador con la esperanza de encontrar una solución al número de personas indocumentadas que cruzan la frontera. Algunos de ellos, aseguraron, lo hacen colgándose de los trenes de cargo que transportan mercancías mexicanas, por lo que cerraron las vías durante días.