Con los cambios en el mercado eléctrico aún sin un cauce definitivo, Andrés Manuel López Obrador ya ha comenzado a esbozar su próximo gran objetivo: la reforma electoral. El presidente de México anunció este martes que será “el pueblo el que elija a los consejeros electorales y a los magistrados. De manera directa”. Los planes del mandatario, que requerirán también de cambios en la Constitución, arrancarán después del 10 de abril, tras la convocatoria de la consulta para la revocación de mandato.
La cita, una de las grandes apuestas del presidente, ha vuelto a escenificar las fuertes tensiones con el Instituto Nacional Electoral (INE), contra los que el presidente ha vuelto a cargar este martes: “que no haya consejeros que no tenga vocación democrática”. El camino legislativo para los cambios anunciados este martes no será sencillo. Morena perdió en la elecciones del año pasado el control total de las cámaras. De igual modo que está sucediendo con la reforma eléctrica, el rediseño del mapa electoral deberá contar con el apoyo de parte de la oposición.
El nuevo sistema de designación afectará tanto a los miembros del INE como del Tribunal Electoral del Poder Judicial (TEPJF). En el caso, de los jueces es ahora la Suprema Corte quien propone los candidatos que han de ser ratificados por el Senado. Para los consejeros del INE, Morena ya anticipó unos primeros cambios en el relevo hace dos años de cuatro de sus miembros. Fue un “comité técnico”, compuesto por diferentes instituciones, el encargado de lanzar a los candidatos.
Los nuevos cambios planteados son aun más profundos. La propuesta de candidatos correrá a cargo de los tres poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) que presentarán cada uno a 20 “ciudadanos verdaderamente independientes, de inobjetable honestidad”, según anunció el presidente. La siguiente fase se dirimirá “en elecciones abiertas. Y el que saque más votos, ese va a ser el presidente, buscando que sean la mitad mujeres y la mitad hombres”. Preguntado durante la rueda de prensa por cuáles serían los plazos de los nuevos cargos o mayores detalles sobre la propuesta, López Obrador se remitió a la iniciativa legislativa que presentará Morena en las próximas semanas.
Más allá del anunció difuso de los nuevos planes, las declaraciones del presidente se concentraron en cargar contra los organismos electorales actuales: “Que ya no haya jueces con actitudes tendenciosas en lo electoral. Que no haya consejeros y magistrados que no tengan vocación democrática”. A menos de dos semanas para la celebración del plebiscito del 10 de abril, Morena ha intensificado los ataques tras las limitaciones impuestas por el INE a la propaganda electa antes de la cita.
La convocatoria y organización de la revocación de mandato fue ya el escenario de una escalada inédita del enfrentamiento entre el Gobierno y las autoridades electorales, que llevo a activar los resortes de los grandes poderes del país. Incluida una denuncia penal ante la Fiscalía por parte de Morena y dos fallos casi consecutivos de la Suprema Corte y el Tribunal Electoral. Los tribunales entraron en escena para corregir una primera decisión del INE que aplazaba la consulta para la revocación de mandato por falta de presupuesto.