Argentina avanza en la renegociación de los vencimientos pendientes con el Fondo Monetario Internacional por $44000 millones, recibidos durante la administración del expresidente Mauricio Macri en un intento fallido de reactivar la economía mediante el histórico acuerdo con el FMI que pereció por falta de apoyo político como una de las causas principales. La brigada argentina encargada de iniciar las negociaciones con el ente internacional aspira que el FMI le conceda un “préstamo de facilidades extendidas” y establecer plazos de pagos accesibles, donde se empezaría a pagar en el 2024 y se terminaría el 2030.
“Vamos a paso firme. Acá la prioridad es hacerlo bien. Y para hacerlo bien se requiere, en primer lugar, que exista un consenso interno. Tenemos un entendimiento mutuo con el FMI. El programa solo puede funcionar si es del país“, indicó el ministro de economía Martín Guzmán con el objetivo de diferenciar el potencial acuerdo en discusión con el conseguido por la administración pasada. Por esta razón el ministro también se negó a hablar del ajuste fiscal que conllevará cualquier renegociación con el FMI y prefirió referirse a una “sustentabilidad fiscal” con el fin de no alienar el apoyo político que necesitará una vez finalizadas las negociaciones.
Como una de las medidas para el ahorro fiscal, el gobierno argentino dispuso cesar el subsidio de Ingreso Familiar de Emergencia, que se ofreció como protección a los más desfavorecidos durante la pandemia y ha generado un gasto público de más de 3300 millones de dólares. Se anunció que este tipo de subsidios serán reemplazados por instrumentos más focalizados.
Desde el FMI también se cuenta con un sentimiento de optimismo acerca del avance de las negociaciones con el país argentino. Luis Cubbedu y Julie Kozack, representantes de la misión del Fondo en Argentina declararon: “Existe una visión compartida entre el equipo y las autoridades: para abordar los desafíos de corto y mediano plazo de la Argentina se requerirá un conjunto de políticas cuidadosamente calibradas para fomentar la estabilidad, restablecer la confianza, proteger a los más vulnerables y establecer las bases para un crecimiento sostenible e inclusivo”.
El 2021 presentará a Argentina la oportunidad de reactivar y acelerar su recuperación económica, se pronostica que los mercados internacionales de capitales y de materias primas de exportación presenten condiciones favorables por primera vez desde el inicio de la crisis económica exacerbada por la pandemia. Ante la amenaza de una segunda ola de contagios, lograr un acuerdo pronto, que provea sustentabilidad en las finanzas nacionales resulta de primera importancia. Asimismo, una renegociación favorable podría frenar los niveles de inflación en alza que han resultado difíciles de contener.
El proceso y desenlace del nuevo capítulo entre Argentina y el FMI demanda la atención del resto del continente y países con acuerdos activos con el Fondo, por la magnitud histórica del programa de rescate entre las partes. Se pone a prueba una vez más la flexibilidad y responsabilidad social del Fondo en cuanto a sus demandas para los países que requieren de ayuda económica y la destreza política del presidente socialista Alberto Fernández para conseguir el respaldo político y público necesario una vez alcanzado el convenio en el primer trimestre del próximo año.