El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha presentado su informe de Perspectivas Económicas de América Latina y el Caribe 2023, en el que se estima un crecimiento económico de solo el 1% para la región en el próximo año.
Esta tasa de crecimiento es menor a la prevista para 2022, que se estima en un 2,9%, y refleja la persistencia de los efectos negativos de la pandemia de Covid-19 en la economía de la región.
Según el informe del BID, la recuperación económica en la región ha sido desigual, con algunos países logrando una recuperación más rápida que otros. Además, se espera que la inflación siga siendo un problema en muchos países, lo que podría afectar el poder adquisitivo de las personas y desacelerar el crecimiento económico.
Uno de los factores que contribuyen a la desaceleración económica en la región es la disminución de la inversión extranjera. El informe del BID señala que la inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe ha disminuido en un 40% en los últimos dos años.
Además, el informe destaca que la región todavía enfrenta importantes desafíos estructurales, como la baja productividad y el bajo nivel de inversión en infraestructura y tecnología.
El BID ha recomendado que los países de la región tomen medidas para mejorar la inversión en infraestructura y tecnología, así como para mejorar la educación y la formación de la fuerza laboral. Además, ha recomendado que se tomen medidas para mejorar el clima empresarial y fomentar la inversión extranjera.
El informe del BID también ha destacado la importancia de abordar el problema de la desigualdad en la región. Según el informe, América Latina y el Caribe sigue siendo una de las regiones más desiguales del mundo en términos de distribución de la riqueza y del ingreso.
El BID ha recomendado que se tomen medidas para abordar la desigualdad, incluyendo políticas fiscales y sociales que promuevan la redistribución del ingreso y la riqueza.