La cruzada del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, contra las pandillas salvadoreñas, que cumple su primera semana, dio un paso más al aprobar el Congreso una serie de leyes que endurecen las penas de cárcel para los pandilleros. Mientras los diputados aprobaban los cambios en el código penal, en las calles proseguían las detenciones masivas de sospechosos. La decisión de modificar las penas se une al paquete de medidas puestas en marcha desde que el sábado fueron asesinadas más de 70 personas en zonas controladas por la MS-13, con el que Bukele decidió contraatacar.
La “guerra contra las pandillas” incluye más dinero para la policía, más años de cárcel para los pandilleros y más armamento para el Ejército. Una decisión tomada por la Asamblea en medio de un estado de excepción que limita algunos derechos fundamentales de la población.
Desde este jueves, pertenecer a algunas de las tres pandillas, Mara Salvatrucha-13, Barrio 18 Revolucionarios y Barrio 18 Sureños, estará penado con 30 años de cárcel, independientemente de que se le compruebe delito alguno al detenido. Si el pandillero es “cabecilla”, la pena será de 40 a 45 años. Antes de la reforma, la pertenencia a pandillas se castigaba con prisión de tres a cinco años o de seis a nueve años en el caso de los líderes. En el nuevo código penal, un niño de 12 años que pertenezca a una pandilla podrá estar en prisión hasta diez años y, si tiene menos de 16 años, podrá ser condenado hasta a 20 años de cárcel. “Hoy sí se castigará como se debe el pertenecer a las pandillas”, dijo Caleb Navarro, diputado del oficialista Nuevas Ideas.
El endurecimiento de las penas llega después de que el pasado domingo los diputados aprobaran el estado de excepción que restringe libertades y amplía los poderes de la policía y el Ejército, tras la ola de violencia que dejó 87 muertos. La reforma al código penal también establece que quienes “promuevan, ayuden, faciliten o favorezcan la conformación o permanencia en las agrupaciones” de pandillas recibirán una pena de 20 a 30 años de prisión.
Según las autoridades, las pandillas, que cuentan con unos 70.000 miembros, además de obtener dinero mediante las extorsiones, también se nutren financieramente de la droga, por lo que serán condenados a 20 años de cárcel los pandilleros traficantes de drogas.
Sobre las reformas, el diputado de Nuevas Ideas Jorge Castro dijo que están “legislando para funcionarios y particulares que hicieron pactos y para los partidos de la esquina que se han sentado con estos grupos”, aseguró señalando a los partidos de la oposición. Castro no mencionó al actual director de Penales, Osiris Luna, y el director de Tejido Social, Carlos Marroquín, quienes han sido señalados y sancionados por Estados Unidos por negociaciones con pandillas, mientras continúan desempeñándose en sus cargos
Terminar con las pandillas, que dispararon el número de homicidios durante el fin de semana, es la principal obsesión de Nayib Bukele, que incluso se retrató trabajando “24/7″ tal y como señala uno de sus muchos tuits publicados el miércoles. La gran mayoría de ellos estuvieron destinados a detallar las detenciones realizadas en todo el país, más de 2.500 según el jefe de la policía, y a cargar contra los organismos de Derechos Humanos como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). El organismo ha expresado su preocupación por las detenciones y la orden de Bukele de reducir a la mitad la alimentación de los presos.
“Salvadoreños recuerden: cuando los pandilleros asesinaron a decenas de personas inocentes, la CIDH no dijo ni una sola palabra. Pero no tardaron ni 1 día en condenar que nos pusimos más duros con ellos en las cárceles. Recuerden siempre qué intereses representan ellos”, escribió en un tuit. En otro mensaje cargó contra la comunidad internacional al decir: “¿Saben cuántos países han decidido ayudarnos en la guerra contra las pandillas? Exactamente: NINGUNO. No vengan después a querernos decir qué es lo que debimos haber hecho o dejar de hacer, cuando en el momento que pudimos haberlos necesitado, nos dejaron solos”, escribió.
El paquete de medidas aprobadas este miércoles incluye dotar de más dinero al Ejército y la policía. Paralelamente, el mandatario exhibió la llegada al país de nuevas tanquetas militares destinadas a la vigilancia en las calles y caminos.