La pandemia por Covid-19 se suma a esa larga lista de males que están marcados en la memoria de un continente sufrido. Si bien ha sido una emergencia de carácter mundial, los estragos causados en Sudamérica son maximizados por su falta de instituciones eficientes de salud y servicios públicos en general. En adición al luto que perdura en la región como resultado de los miles de vidas perdidas en la pandemia, no queda ninguna duda en el ciudadano qué otro personaje ha sido igual o más culpable del sufrimiento causado, la corrupción. Se ha vuelto una realidad espantosa y constante en el continente ver cómo ninguna tragedia es desaprovechada por la corrupción de políticos que fueron electos para resguardar el bienestar de todos.
La crisis sanitaria actual no ha sido la excepción, país tras país se ha visto bajo escándalos y denuncias de casos de corrupción en alguna etapa del manejo del coronavirus. La fase actual de vacunación ha revelado muchas acusaciones más.
Ecuador:
En la etapa más crítica de la pandemia, cuando los hospitales estaban colapsados y los enfermos se veían obligados a quedarse en sus hogares sin saber si ayuda iba en camino o si podían conseguir medicinas para tener alguna esperanza de mejora, se hacían públicas denuncias por sobreprecios en pruebas de Covid-19, medicinas y reparto de hospitales a asambleístas a cambio de votos legislativos.
Más de una decena de legisladores fueron acusados de haber recibido cargos importantes en hospitales públicos para sus amigos, familiares y allegados a cambio de votos en los proyectos de ley del oficialismo. El presidente Lenín Moreno admitió haber recibido peticiones de cargos de asambleístas, pero negó haberlos concedidos: “todo el mundo sabe que en más de una ocasión los asambleístas solicitan cargos. La decisión que tomamos en la cúpula de gobierno es que no se iba a entregar absolutamente ninguno de esos cargos a nadie”.
Aquellas denuncias causaron destituciones de altos ministros de gobierno e investigaciones siguen pendientes por parte de la Fiscalía General del Estado.
No avanzó mucho el proceso de vacunación en el país ecuatoriano cuando se conoció que familiares del Ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, fueron vacunados con las primeras dosis llegadas al país. La defensa de Zevallos se basaba en que aquellos familiares residían en un centro privado para personas mayores, a quienes estaban destinadas las primeras vacunas por estar en el grupo de alto riesgo.
El ministro ya había sido criticado previamente cuando se informó que personal administrativo del Seguro Social habían sido vacunados sin estar dentro del grupo primordial como trabajadores de primera línea y adultos mayores.
Estas denuncias durante el proceso de vacunación, la falta de equipos de seguridad para personal médico, desabastecimiento de medicinas y pruebas Covid-19 motivaron a la Asamblea Nacional a pedir la destitución del ministro y comenzar el trámite de juicio político en su contra.
Perú:
Este mes se reveló que alrededor de 500 personas fueron vacunadas de manera clandestina, semanas antes de que las dosis estuvieran a disposición del personal médico y el público en general. Entre esas personas, de manera predecible, se encontraban funcionarios de las pasadas dos administraciones e inclusive el expresidente Martín Vizcarra, destituido por acusaciones de corrupción el pasado noviembre.
Los ministros de salud y del exterior presentaron su renuncia cuando se hizo público que recibieron la vacuna en enero, antes del comienzo de la campaña de inmunización. El expresidente Vizcarra en cambio, fue vacunado en octubre del año pasado junto con su esposa y hermano. Cuando Vizcarra fue destituido meses atrás, y proféticamente calificado con “incapacidad moral permanente”, la población peruana se mostró fuertemente en contra de que Vizcarra fuera destituido por una asamblea con una reputación nefasta, a pesar de las acusaciones de corrupción cuando Vizcarra era gobernador.
Al no ser comprobadas aún las denuncias en contra de Vizcarra por cobro de comisiones para favorecer licitaciones, los peruanos realizaron fuertes manifestaciones como rechazo a su destitución y a un presidente interino
impuesto por la Asamblea. Se defendía la inocencia del expresidente no por su integridad sino por la de su demandante, el cuerpo legislativo.
Martín Vizcarra busca ser electo como congresista en las elecciones generales, que se ejecutarán en un par de semanas, y beneficiarse de la inmunidad legal que el cargo le otorgaría para frenar sus casos de corrupción aún en proceso. Por esta razón, más el haber abusado de su posición al vacunarse meses antes que médicos, enfermeros y grupos vulnerables, ha hecho que la población de más credibilidad a las acusaciones en su contra y su pasada destitución.
Vizcarra, aunque dice estar arrepentido, se defendió alegando que él creía haber recibido la vacuna como parte de los ensayos de esta. Excusa rápidamente desmentida por la universidad encargada de los estudios que aclaró que ni él ni su esposa fueron parte de los ensayos en ninguna fase.
Argentina:
A penas días después del escándalo de vacunación ilícita en Perú, el ministro de salud de Argentina fue despedido luego de que se hiciera público cómo personalmente había distribuido dosis hacia allegados del gobierno; entre ellos miembros del gabinete, sindicalistas y legisladores.
Horacio Verbitsky, periodista aliado del oficialismo, detalló como su “viejo amigo”, el Ministro de Salud, lo ayudó a conseguir una vacuna.
Según investigaciones periodísticas, el ministerio de salud ha reservado alrededor de 3000 dosis para usarlas a su discreción sin incluirlas en la campaña general de vacunación.
El ministro acusado, Gines González García, durante todo el período de la pandemia ha sido criticado por incumplimiento de sus funciones. A principios del año pasado menospreció el alcance del virus a Argentina y luego minimizó su peligro al declarar que el Covid-19 era menos letal y riesgoso que el dengue.
Prometió también que 10 millones de argentinos serían vacunados a fines del 2020, sin embargo, solo el 4% de ese objetivo se ha logrado hasta febrero.
El rol del presidente Fernández en estas acusaciones no es claro todavía, puesto que, aunque niega el conocimiento de las dosis clandestinas proporcionadas por su ministro, varios oficiales de su gobierno han sido beneficiados con las dosis en mención.
Es preocupante, pero no sorprendente, que los países más afectados por la pandemia en la región sean los que más casos de corrupción tengan alrededor de ella; la crisis institucional presente en estos países da tierra fértil para el oportunismo político a menos que reformas integrales aborden esta crisis política. Las poblaciones se encuentran sin un referente con credibilidad para la lucha contra la corrupción, debido a que los cuerpos legisladores encargados de fiscalizar a los poderes del Estado son los que menos credibilidad disponen.