Desde hoy y hasta fin de año, las mujeres mexicanas trabajan sin remuneración adicional: es el Equal Pay Day

Desde hoy hasta el próximo 31 de diciembre, simbólicamente, las mujeres mexicanas trabajarán sin ser remuneradas. Es el Equal Pay Day de México, es decir, el día a partir del cual las mujeres trabajarían gratis, considerando la diferencia promedio en los salarios anuales en comparación con sus colegas hombres. Una fecha que cambia cada año según los datos actualizados sobre la brecha salarial.

Según los datos más recientes del IMCO, la brecha salarial de género promedio en México es del 16,2%, es decir: por cada 100 pesos que percibe un hombre por este concepto, una mujer percibe 84 pesos.

Sin embargo, como muchos señalan, estos datos se refieren a la paga por hora, mientras que el último informe del IMCO, que evalúa las remuneraciones sobre la base semanal y diaria, presenta una realidad muy diferente: los hombres mexicanos ganan, en promedio, un 28% más que las mujeres, con picos del 34,5% en el sector privado.

En nuestro país, además, la disparidad real entre los géneros se evidencia ampliamente al analizar las pensiones, las oportunidades de carrera y el equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Los factores que influyen en estas disparidades son muchos y complejos, e incluyen las diferencias salariales específicas por sector, las variaciones en el empleo -a tiempo parcial o completo- y las interrupciones de carrera para las mujeres que se convierten en madres.

Abordar las disparidades en el mercado laboral debe seguir siendo un objetivo central para las políticas en México, porque la igualdad de género no solo representa un tema de justicia social, sino también de crecimiento económico. El trabajo de las mujeres, como demuestran numerosos estudios e informes internacionales, es crucial para el desarrollo.

Según el Foro Económico Mundial, sin embargo, para cerrar la brecha de género global se necesitarán aún más de 130 años. Durante este tiempo, eventos simbólicos como el Equal Pay Day representan, al menos, una oportunidad para que organizaciones, gobiernos e individuos sensibilicen y promuevan políticas para una mayor paridad económica.

Aunque el camino por recorrer aún es largo, la igualdad de género es un objetivo por el que siempre vale la pena luchar.