Estados Unidos, el principal aliado de Kiev frente a Moscú, está pidiendo a Ucrania en privado que mantenga abierta la disponibilidad de hablar con Rusia en un momento en el que no se vislumbra una solución veloz al conflicto. Las autoridades de Washington han aconsejado al presidente ucranio, Volodímir Zelenski, que no evite una hipotética negociación con su homólogo ruso, Vladímir Putin, según publica este domingo el diario “The Washington Post”.
Zelenski reconoce que si Putin abandona la península de Crimea, que Rusia ocupa desde 2014, y las otras regiones ucranias en las que se encuentran sus tropas ahora, estaría dispuesto a sentarse con él, según afirmó en la entrevista concedida a EL PAÍS el miércoles. Nada hace prever que eso vaya a ocurrir en el corto plazo, pero, como el propio entorno del mandatario ucranio señala, es un cambio frente a la postura mostrada en las últimas semanas por Zelenski, que llegó a decir que no se sentaría nunca con el dirigente ruso. Más aún, aprobó un decreto en octubre que declara “imposible” entablar conversaciones con Putin, aunque deja la puerta abierta a hablar con Rusia.
“Estamos listos para la paz, una paz justa”, dijo el presidente en una alocución el viernes, pero aclarando que debe conseguirse en el marco de la ONU y de la integridad territorial de su país. Reclamó, además, que los responsables sean castigados y que Rusia compense a Ucrania por todos los daños causados. Poco antes de pronunciar estas palabras, Zelenski había recibido a Jake Sullivan, consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
Estados Unidos no pretende que Ucrania se siente en estos momentos en una mesa con Rusia, pero sí que sus autoridades hagan un gesto de cara a los países que están apoyando a Kiev para poder hacer frente a la invasión y sus consecuencias, según las fuentes citadas por el diario estadounidense. Entienden que la postura de Zelenski está haciendo mella en países de Europa, África y América Latina, donde las consecuencias por la crisis alimentaria y energética mundial pesan cada vez más.
El Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca no reaccionó este domingo a la información publicada, según la agencia Reuters. Un portavoz del Departamento de Estado respondió: “Lo hemos dicho antes y lo volveremos a decir: las acciones hablan más que las palabras. Si Rusia está dispuesta a negociar, debería detener sus bombas y misiles y retirar sus fuerzas de Ucrania”.
La estrategia adoptada por la Administración del presidente Joe Biden, del Partido Demócrata, tiene lugar en medio del ruido de sables ante la posible victoria del Partido Republicano en las elecciones de medio mandato que se celebran este martes en Estados Unidos. Temen que los resultados previstos afecten a la ayuda estadounidense a Ucrania, la mayor desplegada desde la Guerra Fría.
Preguntado al respecto, Zelenski se mostró confiado en el apoyo de la sociedad norteamericana, pese a que en la esfera republicana no se observa el mismo deseo de seguir sosteniendo la ayuda a Kiev que en el entorno de Biden. “No veo ningún riesgo en lo que respecta al apoyo a Ucrania por parte de la sociedad americana. Nosotros respetaremos su elección, pero creo que ellos también respetarán la elección de su propia sociedad a favor de ayudar a Ucrania, a favor de luchar por la democracia, la libertad, el derecho internacional y humanitario”, señaló el mandatario ucranio durante la entrevista con este periódico.
“Si los rusos se retiran y reconocen que están terriblemente equivocados, si es que se puede hablar de error ante todo esto, entonces podemos encontrar un formato para el diálogo. Pero si nosotros vamos a seguir sacrificando miles de vidas para que se desocupe nuestro territorio, creo que esto impide el proceso [de diálogo] por años”, añadió.
En los primeros compases de la invasión, que comenzó el 24 de febrero, delegaciones de Ucrania y Rusia llegaron a reunirse en territorio bielorruso y turco. Pero, según se ha ido enquistando el conflicto, Zelenski se fue mostrando más tajante en su negativa a ahondar en esa vía.