Si el juicio contra Genaro García Luna fuera una serie de narcos y policías ya la habrían retirado de las pantallas estadounidenses por falta de audiencia, tan escaso es el interés que en ese país han dedicado al asunto, como si no fuera con ellos. Y en México le estarían dando una oportunidad por ver si recupera espectadores. Apenas la mitad de los mexicanos (un 52%) se ha enterado de que una Corte de Nueva York, la misma por la que pasó el famoso Chapo Guzmán, bajo el foco de reporteros de medio mundo, está juzgando al que fue secretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón. Caza mayor. García Luna era el hombre llamado a combatir el narcotráfico y lleva dos semanas escuchando desde el banquillo de los procesados cómo los testigos de la acusación desgranan sus oscuros manejos con los carteles de la droga, a partir de los cuales, según los testimonios, amasó una fortuna que ya no está en México. Desde el primer día, las crónicas judiciales evidenciaron el peligro que se cernía sobre la imagen del expresidente Calderón en este proceso, dado que se está juzgando a su mano derecha para la seguridad de México. Hoy, la mayoría de sus compatriotas (84%) opina que él también tendría que ser investigado por vínculos con el narcotráfico.
La encuesta encargada por el periódico El País a la agencia Enkoll ha preguntado a 1.223 mujeres y hombres mayores de 18 años en todo el país, de forma presencial, entre el 4 y el 7 de febrero, por el famoso juicio al zar antidroga, un hombre que salió del anonimato para ocupar espacios televisivos de alta audiencia en los que presumía logros policiacos contra los malhechores que después se revelaron montajes para engordar su popularidad. Quizá es debido a aquella fama de entonces y a su posterior detención en Estados Unidos acusado de narcotráfico y falsedad de declaraciones, por lo que un promedio del 54% de los consultados, aunque no todos estén al tanto del juicio, opina que las acusaciones contra él son “sólidas y creíbles”. Desde luego, si se le pregunta solamente a quienes están atentos, ese porcentaje sube hasta el 77%.
Y lo mismo que la mayoría da por buenas las acusaciones y pruebas que están vertiéndose contra él, también consideran que Calderón no debe andar muy lejos de aquellos asuntos. El exfiscal de Nayarit, Edgar Veytia, uno de los testimonios más esperados en la Corte de Brooklyn, declaró el martes pasado que había órdenes emanadas directamente del presidente Calderón y García Luna para “apoyar al Chapo Guzmán” en contra de los Beltrán Leyva. Calderón, que dice reservarse su opinión sobre este juicio para más adelante, se apresuró a asegurar que “nunca negoció ni pactó” con el crimen organizado, según comunicaron sus redes sociales.
Uno de los mayores debates que ha generado este proceso es cómo la acusación contra García Luna descansa en las declaraciones de testigos que están presos por acusaciones parecidas a las que ahora enfrenta el exsecretario de Seguridad. ¿Cómo dar crédito a delincuentes condenados o confesos, algunos de los cuales han prestado su testimonio en busca de beneficios penitenciarios? No es pregunta fácil, a pesar de los detalles que se han escuchado en la Corte. Pero no son pocos los consultados en esta encuesta que dan algo o mucha credibilidad a lo que han contado esos testigos. El 45% afirma tener confianza en lo que allí se ha dicho contra García Luna. Pero en este caso ganan los que confían poco o nada en eso, que alcanzan un promedio del 50%.
El juicio está teniendo un reflejo político casi diario en México, debido a las veces que el presidente Andrés Manuel López Obrador lo menciona en sus conferencias matutinas. Bien para evidenciar su tesis sobre las oscuras aguas que se movían en los gobiernos neoliberales y el saqueo de las arcas nacionales, bien para atacar a los medios de comunicación que no están siguiendo el proceso como el presidente desea. En la misma lógica, la encuesta señala que son los seguidores del partido oficialista, Morena, quienes más siguen las noticias que llegan de Nueva York, quienes más sólidas ven las acusaciones contra García Luna, y quienes opinan, en el mayor porcentaje obtenido, un 91%, que Calderón debe ser investigado también.
Pero no son pocos los correligionarios del PAN, el partido de Calderón, que parecen haber perdido las simpatías por el expresidente: un 74% opina que deben investigarlo por aquellos episodios que hoy se juzgan en la persona de García Luna. El 85% en el caso de los priistas y un 77% de quienes se dicen apartidistas. También la mayoría de los consultados que declaran su preferencia por el PAN (46%) considera que las acusaciones contra el exsecretario de Seguridad son sólidas. Otra cosa es la confianza que muestran en los delincuentes que están declarando estos días: apenas el 36% les otorga credibilidad, pero aun así son más que los del PRI, quienes solo un 34% depositan su confianza en esas declaraciones.
La desconfianza que tradicionalmente muestran en México hacia sus instituciones se revela de nuevo en esta encuesta. El 48% de los consultados opina que de haberse celebrado el juicio en su país, el resultado habría sido más injusto que lo que se obtendrá en Estados Unidos. O al menos igual de injusto (8%). Y en eso no hay casi diferencias entre partidos, todos por encima del 51% en esa opinión. Los morenistas son los que menos crédito le dan a la independencia judicial de su país, puesto que un 58% contesta que sería más injusto si fueran mexicanos los tribunales.