“Los precios del aguacate son tan altos que ahora es un lujo para un cliente pedir un aguacate en una comida diaria”, comentó el chef Lázaro González, dueño del restaurante Puro Gusto en Toluca.
La fruta estandarte de México es particularmente sensible a alteraciones en su cadena de producción, a pesar de que es insustituible en la dieta diaria, tiene una vida útil muy corta lo que hace que su precio se presione al alza.
México es el principal productor mundial de aguacates, con una industria de 3 000 millones de dólares al año que ha hecho que la fruta reciba el apodo de “oro verde”. Ha sido un año duro para los productores y consumidores en general.
Los productores han tenido que lidiar con el combustible y los fertilizantes, que son caros o escasos. México compra el 27% de sus fertilizantes a Rusia, que en plena guerra en Ucrania, dejó de ser un proveedor confiable y su oferta es escasa.
Los consumidores por su parte asumen los efectos de una inflación en el nivel más alto de los últimos 23 años, muchos simplemente no pueden pagarlo.
Un kilo de aguacates que costaba 50 pesos en el mercado local en marzo, ahora cuesta 125 pesos (un aumento del 250% en poco más de dos años).
Los precios del aguacate lideraron la inflación en el país en mayo, ya que los mayores costos de los fertilizantes y las interrupciones de la cadena de suministro siguen afectando a la fruta estrella. El precio se disparó un 19% durante ese mes en comparación con el anterior y fue responsable de 0,07 puntos porcentuales de la inflación intermensual, por encima de cualquier otro producto, incluidos los combustibles, según el Instituto Nacional de Estadística.
Al final del primer trimestre del 2022, el Departamento de Agricultura de EE. UU. suspendió las importaciones procedentes de Michoacán, el único estado autorizado a exportar la fruta a EE. UU., después de que un inspector de seguridad vegetal estadounidense recibiera una llamada telefónica amenazante. El estado ha tenido que lidiar con la violencia de los cárteles de la droga en los últimos años y extorsiones a productores locales que temen denunciar las amenazas a las autoridades por miedo a represalias.
El Departamento de Agricultura estadounidense levantó la prohibición aproximadamente una semana después de su imposición pero los estragos siguieron sintiéndose mucho después.
Las condiciones climáticas también han contribuido a los pesares de Michoacán y el aguacate. En junio, una tormenta de granizo golpeó al estado, la principal región productora de aguacate, lo que provocó una pérdida de 95 millones de dólares para la industria. Los precios del aguacate en el exterior también alcanzaron su nivel más alto en los últimos 24 años.
La inflación general del país desaceleró ligeramente hasta el 7,65% anual desde el 7,68% de abril, pero se mantuvo cerca de un máximo de 21 años, lo que no parece indicar que el aguacate mejore durante el futuro cercano. Sorprendentemente, la fruta se seguirá tratando como un alimento de lujo al que no todos pueden disfrutar.