El banco central de EE. UU. ha decidido reducir su balance de 9.000 millones de dólares. La entidad anunció que dejará de inyectar en el mercado de deuda pública estadounidense los 15 000 millones de dólares de los bonos del Tesoro que están próximos a vencerse, medida opuesta a lo que se viene haciendo desde el inicio de la pandemia.
Los inversores no tienen claro cuál será el impacto de esta estrategia que nunca antes se había intentado a tal escala. La medida podría desestabilizar aún más el mercado de bonos ya plagado por la especulación.
En cuanto al impacto de esta decisión, en un documento publicado por el banco central, los investigadores conjeturan que reducir el tamaño del balance en unos 2,5 billones de dólares durante los próximos años es casi equivalente a elevar las tasas de los fondos federales en algo más de medio punto porcentual de forma sostenida. Sin embargo, reconocen que la estimación es vulnerable a la incertidumbre por especulación.
La reducción de su balance se añade al sostenido incremento de las tasas de interés con el objetivo de frenar la histórica inflación que ha llegado a un nivel no visto en casi 40 años. Es más, recientemente el banco central también anunció la subida de la tasa de interés referencia en 0,75 puntos porcentuales por primera vez en tres décadas y señaló un ritmo agresivo de endurecimiento monetario en los próximos meses.
El Comité Federal elevó el día de hoy su tasa de política monetaria a un nuevo rango objetivo de entre el 1,50% y el 1,75%, y recalcó que serán apropiados continuos aumentos en el rango objetivo conforme avanza la inflación.
El aumento se produce después de que dos informes alarmantes publicados el viernes mostraran un salto inesperado de los precios al consumo en mayo y un preocupante aumento de las expectativas de inflación, lo que sugiere que los estadounidenses están cada vez más preocupados por las perspectivas económicas.
Entre las causas para el aumento de los precios está la ampliación de los cierres en China para combatir el brote de Covid-19 que agrava aún más las interrupciones de la cadena de suministro.
También se prevén nuevas subidas de las tasas de interés el próximo año, y los funcionarios indican que el tipo de interés oficial podría alcanzar el 3,8% para el 2023.
La economía no saldrá ilesa de estas medidas que el banco central está implementando; se pronostica que el crecimiento anual del PIB se reduzca al 1,7% a finales de este año y se mantenga en ese nivel en 2023, según las estimaciones económicas de los altos funcionarios. Asimismo, se prevé que la inflación subyacente se sitúe en el 4,3% este año y en el 2,7% en 2023, ligeramente por encima de lo previsto en marzo, y, como reflejo del impacto de la política de endurecimiento, se advierte que la tasa de desempleo aumente sustancialmente.