El Banco del Bienestar navega a la deriva. Ante la escalada de morosidad que llegó a tener el año pasado, el Gobierno de López Obrador ha cerrado la llave del crédito de la institución y ha pedido a los beneficiarios de los llamados ‘créditos a la palabra’ que paguen. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha exhortado a los deudores a cumplir con sus abonos. “No dejen de abonar porque es un crédito que se entregó de manera amplia durante la pandemia para apoyar a muy pequeños comerciantes y a la gente que tenía su pequeño negocio y a los que tenían trabajadores inscritos en el IMSS, hasta 10 trabajadores, que a pesar de la pandemia no los despidieron”, declaró. Pese a que estas declaraciones dan cuenta del impago de los beneficiarios del programa, los dichos del Ejecutivo no dan vistos de un cambio de viraje en la dispersión de recursos a través de esta institución, el mandatario prevé que solo este año se distribuirán, mediante este banco, unos 5.000 millones de pesos en becas y pensiones de adultos mayores.
El presidente mexicano ha hablado en líneas generales sobre la fusión entre el Banco del Bienestar y la recién anunciada Financiera del Bienestar —que utilizará la red de sucursales de Telégrafos de México—. “El Banco del Bienestar va a ser en una primera etapa para la dispersión de fondos. Entonces, Telecomm convertido en Financiera para el Bienestar, va a tener otras funciones; por ejemplo, el ahorro”, comentó el mandatario. El plan del Gobierno apunta a que, en una segunda fase, la nueva Financiera del Bienestar también esté habilitada para recibir remesas y dispersar recursos. No obstante, el director del sector financiero y seguridad social del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), Enrique Díaz-Infante, critica la ambigüedad que existe sobre esta consolidación de instituciones: “Uno se pregunta, ¿es otra ocurrencia?, o se va construyendo sobre la marcha”, comenta.
Mientras la fusión se plantea, las finanzas del banco estrella de esta Administración se reducen. La cartera de crédito total del Banco del Bienestar se ubicó a marzo de 2022 en 936 millones de pesos, una reducción del 65% respecto a los recursos reportados en marzo de 2021, cuando rebasaron los 2.500 millones de pesos. En este año, de la cartera de crédito total, unos 899 millones de pesos fueron de cartera vigente y 36,8 millones de pesos de cartera vencida. Este último dato supone una caída relevante respecto a los más de 507 millones de pesos de cartera vencida reportados al cierre de 2021. Una reducción que también incidió en el índice de morosidad, que pasó de diciembre del 2021 del 35% al 4% en el que se situó en el tercer mes del año. Sin embargo, Díaz-Infante explica que es muy probable que este saneamiento tan pronunciado en la cartera vencida se deba más a que el Estado compró dicha cartera más que a que los deudores empezaran a pagar sus saldos vencidos.
El financiamiento comercial del Banco del Bienestar en el arranque del año se integró, principalmente, por créditos de segundo piso para intermediarios financieros y fideicomisos bajo la modalidad de crédito simple y crédito en cuenta corriente, en este año solo se han otorgado créditos en este rubro a proyectos agropecuarios a través de los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (Fira). Mientras que la cartera de consumo, el Programa Integral de Inclusión Financiera (PROIIF) ya no operan debido a la extinción de Prospera y la totalidad de estos financiamientos están en cartera vencida. En esta misma situación de recuperación y cartera vencida están los créditos otorgados al sector magisterial al amparo del Programa Bansefi Refin.
“Lo más redituable sería que el Banco del Bienestar solo otorgara financiamiento en el segundo piso, que diera sirviera de fondeo y de garantía a las sociedades financieras populares y a las cajas de ahorro, pero los siguen bajando a primer piso porque la naturaleza del banco es político-clientelar, entonces, es muy importante para este Gobierno, que lo que busca es el voto, seguir teniendo el contacto con la gente”, afirma Díaz-Infante.
En su informe trimestral, la Secretaría de Hacienda refiere que durante 2022, se tiene contemplado recuperar 1.499 millones de pesos de la cartera del Banco del Bienestar, de los cuales 526 millones de pesos corresponden a recuperación de créditos de primer piso y 973 millones de pesos a créditos de segundo piso. De llegar a esta meta, sería una recuperación mayor respecto a los 1.351 millones de pesos recuperados en 2021. La dependencia, dirigida por Rogelio Ramírez de la O, da cuenta en su análisis que el banco del Gobierno retomará su función de financiamiento e incluso fija como meta de colocación de crédito de 2022 la cifra de 3.900 millones de pesos, financiamientos dentro del segmento comercial de primer piso.
Al ser uno de los programas prioritarios del Ejecutivo, como Jóvenes Construyendo el Futuro o la construcción del Tren Maya, el Banco del Bienestar ha tenido a la mano recursos suficientes de Hacienda para materializar la ansiada red de 2.700 sucursales que prometió el Gobierno en el arranque del proyecto en 2020. Este año, la dependencia calcula que la institución duplicará sus gastos operativos ante el esperado plan de expansión al pasar de 7.300 millones de pesos, un aumento del 85% respecto a los 3.813 millones de pesos ejercidos en 2021. A la fecha hay casi un millar de sucursales del Banco del Bienestar en operación, una cifra alentadora, pero aún lejana, a las 2.700 sucursales que prometió el Ejecutivo en el arranque del proyecto en 2020. La promesa de ofrecer servicios bancarios en los municipios más remotos del país con dos millares de sucursales de la institución se ha aplazado al 2023.