En junio del 2022 el gobernador de Florida Ron DeSantis apartó un presupuesto estatal de 12 millones de dólares con el objetivo de transportar inmigrantes indocumentados a las afueras del estado. Sin embargo, el dinero no se usó para transportar migrantes de Florida a otras áreas, sino de Texas, en el suroeste norteamericano, a Massachusetts, en el noreste de los Estados Unidos.
Varios migrantes venezolanos en la ciudad de San Antonio, Texas afirmaron haber sido convencidos de subirse a una avioneta que los llevaría al norte del país, donde los estarían recibiendo con los brazos abiertos. De acuerdo a los testimonios de los migrantes entrevistados por The New York Times, todos concordaron en que la misma persona se les acercó en las calle para ofrecerles un viaje todo pagado al noreste de Estados Unidos, con el sermón de que obtendrían ayuda económica y puestos de trabajo.
Perla Huerta es el nombre con la que los migrantes identificaron a esta persona, quien según los entrevistados, les habló de lo mucho que a ella le gusta ayudar a migrantes en sus travesías por los Estados Unidos. Después de haber sido investigada, esta mujer resultó ser una exmilitar que estuvo en Irak y Afganistán, y una exagente de inteligencia del gobierno federal de los Estados Unidos.
Al llegar al lugar de destino en Martha’s Vineyards, Massachusetts, los migrantes se dieron cuenta de que estaban en una isla. Algunos, en vano, intentaron buscar un puente que los conectara a territorio continental. Los locales de la isla se mostraron confundidos por la repentina llegada de decenas de migrantes. Después de un tiempo, empezó a llegar ayuda local para los migrantes. Se les ofreció hospedaje, comida y cobijo mientras se decide qué sucederá con ellos a continuación.
DeSantis, el gobernador de Florida, realizó esta operación sin el consentimiento de las autoridades federales, ni las del estado de Texas. Algo un poco irónico y desconcertante pues el gobernador de Texas Greg Abbott tiene ideas similares a las de DeSantis con respecto a los migrantes. Abbott también ha enviado a miles de migrantes en autobuses a ciudades en el norte del país como Nueva York, Washington o Chicago.
El gobernador DeSantis no se ha proclamado responsable de los vuelos de San Antonio a Martha’s Vineyards, pero sí ha afirmado que el gobierno federal sigue reubicando a migrantes indocumentados en Florida, principalmente desde Texas, y que el presupuesto estatal apartado para sacarlos del estado ha sido usado satisfactoriamente.
Varios periodistas han llegado a la conclusión de que DeSantis busca sacar a los migrantes de Texas antes de que estos sean enviados a Florida. Sin embargo, muchos de estos migrantes, quienes en su mayoría están esperando el resultado de su estatus como refugiados, tienen nula experiencia con la cultura americana y aún menos con el idioma inglés. Muchos han hecho un viaje de meses, cruzando más de 5 países y enfrentando los peligros de los grupos de maras en Centroamérica y el narcotráfico en México, todo para al fin llegar a su país de destino y ser engañados una vez en él.
Lo anterior sucede ante una creciente polarización en el país norteamericano. El tema de la migración está tomando cada vez más controversia en las esferas políticas y sociales de Estados Unidos. Los gobiernos republicanos sureños no entienden porque deben lidiar ellos con el problema de la migración ilegal cuando son los gobiernos demócratas del norte los que están de acuerdo con esta situación. Cada vez más gobiernos de la frontera están optando por enviar migrantes al norte para hacerles a los demócratas lidiar con una situación que en su parecer sigue sucediendo gracias a ellos.