El peso mexicano no había visto una apreciación como la de estas últimas semanas. Este jueves, el tipo de cambio spot se ubicó en 18.5418 unidades por dólar, alcanzando niveles no vistos desde octubre de 2018. Este fenómeno le ha valido que tanto usuarios en redes sociales como medios de comunicación se refieran a la moneda mexicana como “superpeso”.
El tipo de cambio se define llanamente como el valor de una moneda frente a otra, en este caso frente al dólar. Lo cierto es que el desempeño de la divisa mexicana poco tiene que ver con superpoderes económicos y su reciente estabilidad está sujeta a múltiples factores, no necesariamente ligados a una salud de la economía del país. “Es una obsesión medir la fortaleza de la economía con el tipo de cambio”, dice en entrevista Jorge Sánchez Tello, director de Investigación Aplicada de la Fundación de Estudios Financieros, Fundef. “El peso se ha apreciado por distintos factores como las remesas, el debilitamiento del dólar y el aumento en las tasas de interés”, recapitula.
Ha sido un inicio de año atípico para la moneda latinoamericana, pero sin duda está relacionada con el debilitamiento del dólar estadounidense. Esta semana, la Reserva Federal de Estados Unidos subió la tasa de interés de referencia 25 puntos base a un rango entre 4,50 y 4,75%. De acuerdo con varios analistas económicos, Jerome Powell, presidente de la Fed, envió la señal de que el ciclo de incrementos a la tasa podría terminar en mayo, por lo que restaría solamente dos incrementos adicionales de 25 puntos base cada uno, para llevar la tasa a un rango entre 5,00 y 5,25%. “La Fed fue interpretada como menos restrictiva, generando una pérdida en el índice ponderado del dólar en las últimas dos sesiones”, menciona Gabriela Siller, directora de análisis económico de Grupo Base.
Si se observa el comportamiento de la moneda como una debilidad del dólar, más que como una fortaleza del peso mexicano, se observa que el dólar se ha debilitado 1,9% en lo que va del año, y la especulación sobre las decisiones del banco central norteamericano alimentan su caída. “Otros elementos internacionales que pudieron contribuir a la apreciación del tipo de cambio son la lejanía que tiene Latinoamérica al conflicto armado en Ucrania, lo que ayuda a la perspectiva económica de la región, incluyendo a México y el debilitamiento de la economía china”, comenta Alejandro Saldaña, Economista en Jefe de Grupo Financiero Bx+.
La debilidad del dólar le ha dado a ganar a muchas otras divisas emergentes, además del peso mexicano. Según Bloomberg, la ganancia del peso mexicano ha sido de 3,5% en lo que va del año, mientras que el peso chileno ganó 6,2%, el colombiano se apreció 3,9% y el real brasileño ha ganado 4% en los primeros días de 2023.
En contraparte, si se observan los factores internos que brindan fortaleza al peso, se encuentran las decisiones de política monetaria del Banco de México, en particular el aumento sostenido de la tasa de interés de referencia, que ha sumado de 6,5 puntos porcentuales desde junio de 2021. “Hay que sumarle que las tres principales agencias calificadoras reafirmaron la evaluación de la deuda del Gobierno Federal dentro del Grado de Inversión, al considerar que los niveles de endeudamiento son manejables y reconocer el compromiso de la administración actual con la estabilidad fiscal”, añade Saldaña. En ese sentido, los inversionistas han captado una señal de seguridad de la economía mexicana.
Los claroscuros de la apreciación del peso frente al dólar
¿Es bueno o malo para la economía que el peso esté por debajo de las 19 unidades por dólar? Depende del sector que se mire. Mientras que el envío de dólares por concepto de remesas en México alcanzaron un récord histórico de 58.497 millones de dólares en 2022, las familias que han recibido estos ingresos han observado una pérdida de poder adquisitivo por la fortaleza del peso o debilidad del dólar. Respecto al año pasado, se observa una caída de 11,1% en el poder de compra con respecto a 2021, una vez descontada la inflación. Por otro lado, un “superpeso” debilita el sector exportador al encarecer el intercambio manufacturero, automotriz y agroalimentario, entre otros.
Asociar la apreciación del peso con la fortaleza de la economía a nivel psicológico es un hábito de los mexicanos debido a la inestabilidad que la moneda tuvo en otras décadas, cuando los índices de inflación eran muy variables y el tipo de cambio fluctuar importantemente de un día a otro. “En aquella época no existía el tipo de cambio flexible y el manejo de la economía era muy malo, y en la actualidad deberíamos ver como normal que el peso se aprecie o deprecie”, dice el director de Fundef. “Sin duda el efecto psicológico del pasado sigue presente en nuestras vidas con el tipo de cambio, pero ha ido cambiando un poco”, concluye.