Los aposentos del conquistador abren de nuevo al público. El monumental Palacio de Hernán Cortés, una de las primeras edificaciones de la Nueva España cuya construcción data de 1529, había cerrado por los daños causados por el terremoto de 2017 que azotó la zona central de México, pero el 30 de marzo reabrirá reconvertido en un museo que expondrá la historia y el arte de Morelos, el Estado donde está asentado el monumento.
Construido en la ciudad de Cuernavaca —una espléndida localidad de perpetuo clima primaveral que la hace ser refugio de artistas y gente acomodada de la capital mexicana—, el palacio era la sede del Museo de Antropología de la ciudad, pero tras su cierre y restauración las autoridades de la Secretaría de Cultura decidieron hacer un homenaje a la historia y cultura de la zona, con la creación de cinco nuevas salas permanentes que, en palabras de Rodolfo Candelas Castañeda, director del reciento, mostrarán la diversidad cultural y natural de Morelos, centrándose en las historias locales y regionales.
Las nuevas salas incluyen exposiciones sobre biodiversidad, bioculturalidad, paisaje, pueblos de maíz y piedra y el fenómeno olmeca. Esta curaduría no está centrada en “las grandes fechas ni en los grandes personajes, sino en las personas que han dado vida y forma al territorio, en el pasado y en el presente”, explica Candelas Castañeda.
El Palacio de Cortés es considerado la primera gran obra civil tras la llegada de los europeos a América. Fue edificado en piedra sobre las ruinas de un lugar donde se rendía tributos a los caciques locales, pero tal vez en la decisión de construir aquí su morada, Cortés tomó en cuenta el clima de la zona, la suavidad de sus valles y cañadas y lo fértil de la tierra. Un paraíso para el retiro de un conquistador. El monumento fue cerrado al público tras el terremoto de 2017, que dejó 369 muertos y más de 7.000 heridos en todo México. Entonces, las autoridades decidieron iniciar trabajos de restauración dado el peligro que podían significar los daños causados por el sismo.
Los trabajos estuvieron a cargo de expertos de las secciones de Monumentos Históricos (SMH) y de restauración del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de Morelos, de la empresa de restauración Escoda, así como del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble, del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura. El director del INAH en Morelos, Víctor Hugo Valencia, asegura que el reciento tiene ahora “la garantía de un inmueble estable en términos estructurales”. Entre los trabajos realizados está la reintegración del icónico torreón del Palacio de Cortés que había sufrido muchos daños. Los expertos desmontaron el monumento y tras cinco años de trabajo pudieron reintegrarlo al edificio junto con los dos relojes que contenía y que marcan de nuevo la hora en Cuernavaca.
Fernando Duarte Soriano, uno de los arquitectos que estuvo a cargo de los trabajos de restauración, explicó el año pasado que con el movimiento sísmico la estructura “se comportó como un salero encima de una mesa que es removida”. Duarto Soriano dijo que el terremoto dejó daños en la base del torreón y en sus decoraciones. Esta estructura fue construida con materiales como piedra braza de origen volcánico, tabique rojo y cantera labrada. Los expertos construyeron una réplica del original, más ligera, para que su carga sea menor sobre el Palacio. “El modelo es una retícula compuesta por más de ocho mil piezas de madera (de 30 centímetros de base por 40 centímetros de alto, en promedio), colocadas radialmente desde su base con placas de acero; y por ambas caras, fue revestida con una base de cemento laminado y una malla de fibra de vidrio polimerizada, lo que proporciona solidez a los recubrimientos”, explicó Duarto Soriano, quien además advirtió que “aunque este diseño —que en su cubierta interna aloja también un pararrayos— garantiza la estabilidad del torreón, será necesario un mantenimiento bianual para evitar filtraciones de humedad y demás factores dañinos”.
Con los trabajo de restauración concluidos, el antiguo Palacio de Cortés, renombrado Museo Regional de los Pueblos de Morelos (MRPM), abrirá a finales del mes al público con sus nuevas exposiciones que son el trabajo académico de más de 20 especialistas. Entre las nuevas atracciones estará La figura humana en la Colección Leof-Vinot, montada en la Antigua Sala del Congreso del Estado, que incluye la exposición de 30 piezas antropomorfas procedentes de sitios de Mesoamérica, “que abarcan un arco temporal de más de 2,500 años”, según los expertos del INAH. Y, claro, además de estas nuevas exposiciones, los visitantes podrán adentrarse en la mística de un monumento que marcó el inicio de la expansión europea de América y fue el lugar de retiro del hombre que conquistó a México.