Sigue y sigue rompiendo récords. El peso mexicano ha cotizado a 17,26 unidades por dólar, en un descenso que parece no tener fin. La moneda se ha visto favorecida por el reporte de producción industrial de abril, que mostró que el sector secundario, la industria, se expandió un 0,4% en abril. La cotización favorable sigue su mejora gracias a la expectativa de que la Reserva Federal hará una pausa en el alza de tasas en su próxima reunión de política monetaria, que ya hizo que este miércoles el peso mexicano estuviera a 17,31 unidades con respecto al dólar.
Edgar Francisco Pérez, economista de la UNAM, apunta tres razones principales para explicar la buena racha del peso. La primera: la estabilidad económica, política y social de México comparada con el resto de países latinoamericanos. El Banco Mundial ha anunciado un crecimiento esperado de la economía mexicana del 1,5% este año, y es el único país de la región que ha incrementado su comercio exterior de manera importante y continuada en los últimos 20 años, gracias a las exportaciones a Estados Unidos y Canadá.
La segunda razón para el fortalecimiento del peso: el entorno geopolítico favorable para México. La relocalización de las cadenas globales de valor y el aumento de las remesas aumentan la demanda de pesos en el mercado internacional, favoreciendo que este suba de precio en relación con otras monedas. En un entorno global de mayor incertidumbre, las empresas multinacionales están favoreciendo la relocalización de empresas en lugares más próximos a sus consumidores. El ejemplo más claro de este fenómeno es la nueva empresa que Tesla está construyendo en Nuevo León.
La tercera razón: el enorme diferencial de tasas entre Estados Unidos y México. El Banco de México ofrece una tasa del 11,5% por tener dinero en pesos en un entorno económico favorable. Los inversores están comprando pesos ante las buenas perspectivas de la economía nacional. Pero como con cualquier dato financiero, una buena cifra económica beneficia a unos y perjudica a otros.
En este caso, México es un país exportador de materias primas y con el peso más caro, los países que importan estos productos tenderán a reducir su consumo, perjudicando a las empresas exportadoras mexicanas. Estas reciben menos pesos mexicanos por sus productos debido a que el tipo de cambio les resulta desfavorable. Los importadores salen beneficiados, porque les sale más barato comprar del extranjero. Su moneda vale más en relación con la del otro país, y pueden realizar compras más grandes.
Por último, el economista Rodolfo de la Torre apunta que no solo es el peso mexicano el que se está revalorizando con respecto al dólar. El resto de las monedas importantes (euro, yen chino) también han presentado una tendencia a fortalecerse con respecto a la moneda estadounidense. Y el optimismo mexicano también tiene que ver con los buenos pronósticos de los organismos internacionales, de los que presumió el presidente, Andrés Manuel López Obrador, el pasado miércoles. “Esto no se veía desde 2016. Lo que se ha fortalecido el peso único. Es la moneda que más se ha apreciado del mundo”, dijo el presidente.