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El problema de las vacunas Covid-19 es que requieren “dos dosis”. Lo explicamos.

Tanto la vacuna de Pfizer (aprobada por la Cofepris) como la de Moderna, tienen regímenes de dos dosis. Un ciudadano recibe una inyección, y luego unas semanas más tarde, se supone que debe recibir otra.

Entre todos los desafíos logísticos en la distribución y administración de una vacuna Covid-19, este parece ser uno de los más grandes.

Existen investigaciones que evalúan el cumplimiento vacunaciones multidosis, han demostrado que los pacientes no son buenos recibiendo una segunda inyección. Es más, hasta la mitad de los pacientes evaluados nunca lo hicieron.

Dos estudios realizados tanto en los Estados Unidos como en el Reino Unido sobre la vacuna contra la hepatitis B – que, al igual que las vacunas Covid-19, se supone que tienen un período de aproximadamente un mes entre la primera y la segunda dosis – encontraron que aproximadamente el 50 por ciento de los pacientes no recibieron la vacuna de seguimiento dentro del año siguiente a la primera.

Los resultados del estudio del Reino Unido, escrito por investigadores del gigante farmacéutico Merck demuestra que el 46 por ciento de los pacientes recibieron la segunda dosis dentro del período recomendado (un mes después de la primera dosis). Incluso cuando el período de seguimiento se extendió a 13 meses, apenas el 54 por ciento de los pacientes había sido vacunado con ambas dosis.

La adherencia también fue mala en un estudio de EE.UU., también realizado con el apoyo de Merck. Sólo un tercio de los pacientes recibieron su segunda dosis en el plazo de un mes, y un año después, apenas la mitad (51%) había recibido la segunda dosis.

Si queremos buscar más pruebas acerca de lo complicada que será esta tarea, una investigación sobre la vacuna contra el VPH de tres dosis también ha encontrado que una parte significativa de los adolescentes que reciben la primera dosis no consiguen las tres. Parece haber un patrón a través de diferentes condiciones y lugares: Los pacientes no son buenos en el seguimiento de sus vacunas.

Eso podría ser un problema para nuestra esperanza de que la vacuna Covid-19 termine con la pandemia. Varios países, ya se enfrentan a una gran indecisión de sus ciudadanos que temen que el proceso de aprobación de la vacuna sea demasiado apresurado o esté motivado políticamente. Los científicos se sienten alentados por los resultados de estos ensayos clínicos, que esperamos ayuden a aliviar esas preocupaciones. Pero si un gran número de las personas que comienzan su curso de vacunación no obtienen una protección completa porque se saltan una segunda dosis, entonces será más difícil detener la propagación del virus.

Eso no significa que la campaña de vacunación de Covid-19 esté condenada, sin embargo. Por un lado, los resultados de nuevos ensayos clínicos muestran que estas vacunas de dos dosis podrían algo efectivas si el paciente recibe sólo una dosis. Pero el cumplimiento total sería, por supuesto, lo ideal.

Necesitamos que México reciba su segunda dosis – o esperar que una sola dosis siga siendo efectiva

Hay otra complicación para conseguir que la gente reciba su segunda dosis: los efectos secundarios. Las vacunas contra la hepatitis B no tienen realmente efectos secundarios significativos. Pero estas nuevas vacunas Covid-19 sí.

Estas nuevas vacunas dan como resultado muchos síntomas parecidos a los de la gripe. Es una señal de que la vacuna está funcionando, pero lógicamente será una barrera para las personas que reciban la segunda dosis. Es más difícil ponerse una inyección cuando sabes que puede dejarte desorientado por un día

Así que la comunicación será importante. Muchos expertos han estado recomendando a los dirigentes políticos y de salud pública que necesitan educar al público sobre los efectos secundarios que pueden esperar (los principales son: dolores de cabeza, dolor de brazos, fatiga, escalofríos y fiebre) y recordarles que esos síntomas son en realidad una señal de que la vacuna está haciendo su trabajo.

Más allá de este tipo de comunicación, funcionarios públicos pueden hacer más para asegurarse de que la gente reciba las dos vacunas.

Eso plantea la cuestión: ¿Qué pasa si una persona recibe sólo una dosis de la vacuna de dos dosis de Covid-19?

La Administración de Drogas y Alimentos de los EEUU reportó algunas buenas noticias tentativas el martes sobre ese tema, publicando resultados que muestran que una dosis de la vacuna de Pfizer aún provee alguna protección contra el Covid-19 y que tener sólo una dosis es seguro para el paciente. Se encontró que la vacuna de Pfizer tiene una eficacia de más del 50 por ciento después de la primera dosis.

Sin embargo, eso todavía está lejos del 95 por ciento de eficacia encontrado después de las dos dosis recomendadas. Como los expertos en inmunología señalaron rápidamente en Twitter, sigue siendo claramente preferible que las personas reciban ambas dosis porque es su mejor oportunidad de obtener protección a largo plazo contra el Covid-19.

Existe el riesgo de que las graves disparidades socioeconómicas, ya presentes en los casos y las tasas de mortalidad que hemos visto durante la pandemia, surjan también con las vacunas.

Eventualmente, podríamos tener una vacuna de una dosis. Johnson & Johnson y farmacéuticas chinas han estado desarollando una, y aunque la compañía está detrás de Pfizer y Moderna en el proceso de aprobación, todavía es probable que busque la aprobación de los organismos reguladores antes del fin del año.

Pero hoy en día, las vacunas más probadas que tenemos requieren dos dosis para ser más efectivas. Ya hay muchas incógnitas sobre lo bien que estas vacunas funcionarán, es decir, por cuánto tiempo proporcionarán protección contra el virus, pero una cosa que todos podrían hacer es asegurarse de que seamos diligentes en nuestras citas de seguimiento.

Eso no es algo en lo que la gente sea normalmente muy buena. Pero será crítico para controlar el Covid-19.