El encarecimiento de los productos mexicanos de exportación, derivado de la fuerte apreciación que el peso mexicano ha tenido contra el dólar en los últimos meses, no ha detenido al sector automotriz. Según datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) el lunes, las exportaciones de la segunda economía de Latinoamérica crecieron casi 3% en julio, en comparación con el mismo mes el año pasado. Este fue el tercer mes consecutivo en que las exportaciones registran incrementos interanuales.
El valor de las exportaciones de mercancías alcanzó 47.550 millones de dólares, informó el Inegi. La gran mayoría de esos ingresos provienen de productos no petroleros, los cuales sufrieron una caída de 29%. “Al interior de las exportaciones no petroleras, las dirigidas a Estados Unidos crecieron 6,9% a tasa anual y las canalizadas al resto del mundo, 0,3 %”, dice el comunicado del Instituto. El avance mensual, es decir, entre junio y julio de este año, fue de 1%.
El peso mexicano se ha apreciado 6,8% contra el dólar desde mayo, encareciendo sus productos de exportación. Los productos de agricultura y minería se han visto impactados, mientras que los de manufactura ha resistido mejor, incrementando 2,4% el mes pasado. De manera importante, las exportaciones del sector automotriz incrementaron 13,3%. “Esto permanece impulsado por mejorías en las cadenas de suministro y una sana demanda por vehículos”, escribieron economistas de Banorte en un reporte de análisis.
Banorte identifica riesgos para la fortaleza de la balanza comercial mexicana. La debilidad de la demanda global, el incremento en precios del petróleo derivado de las restricciones a la producción de crudo por parte de Arabia Saudita, condiciones climáticas más adversas por la presencia del fenómeno de El Niño y nuevos ataques por parte de Rusia a silos de granos en puertos ucranianos son algunos de ellos y las disrupciones al comercio marítimo por el bajo nivel de agua en el Canal de Panamá son algunos de ellos. La fortaleza del peso mexicano lo es también.
“Dada la divergencia entre las políticas monetarias entre economías avanzadas y emergentes, el peso mexicano podría mantener su posición de fortaleza”, esperan los analistas del banco.