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“En guerra contra el mundo entero” Putin puede estar vislumbrando un conflicto prolongado en Ucrania

A pesar de que Rusia no ha logrado doblegar las defensas de Ucrania, de las graves pérdidas y de una serie de derrotas militares, el Kremlin ha mantenido un discurso: los objetivos de la invasión de Vladimir Putin se alcanzarán en su totalidad.

Los objetivos territoriales de Rusia han parecido modificarse en función de las ganancias a corto plazo que Putin considera que sus tropas pueden lograr en el campo de batalla. Ha reducido el plan inicial de tomar las zonas centrales, incluida la capital, Kiev, en favor de un nuevo asalto centrado en la región oriental del Donbás.

Pero los objetivos de Rusia, que el presidente ruso ha dejado claro que incluyen el fin de la soberanía ucraniana, permanecen inalterados, según personas involucradas en los esfuerzos por negociar un acuerdo de paz entre Moscú y Kiev.

Esto significa, según ellos, que está preparado para un conflicto prolongado que vaya mucho más allá del objetivo recientemente esbozado de “liberar” el Donbás. Putin quiere capturar todo el sureste de Ucrania para cortar el país del Mar Negro y crear una plataforma para nuevos ataques, afirman.

“Es un estratega… un judoka… Quiere hacer una finta y tirarte por encima del hombro”, afirmó una de las personas, refiriéndose a la afición de Putin por el judo. “No es razonable, tiene una imagen distorsionada del mundo en su cabeza [ . . ] y los escenarios han cambiado. El apetito llega durante la comida”.

Un influyente magnate radicado en Moscú explicó a la publicación británica Financial Times que el conflicto durará lo que haga falta para que Putin lo venda como un éxito a nivel interno. “Si no puede realizarlo como una victoria ante el electorado, no podrá conservar la cara”, afirmó el empresario.

Rusia parece haber aprendido de algunos de sus errores militares en los primeros días de su invasión de Ucrania el 24 de febrero. Esto llevó a un redespliegue de sus fuerzas en el Donbás y al nombramiento de un único comandante de campo.

Pero la visión de Putin acerca de la situación sobre el campo parece estar distorsionada por la inexactitud de los informes sobre el terreno y los informes de la televisión estatal, afirman las personas que participan en las conversaciones.

Los acontecimientos no se informan con precisión en la cadena, afirmó Pavel Luzin, un investigador militar independiente. Esto, a su vez, es probable que obstaculice la ofensiva de Rusia y la obligue a interrumpir las operaciones en algún momento del próximo mes.

“Es una jerarquía enorme, y cuando algún analista de bajo rango… redacta un informe acerca de lo que realmente está ocurriendo, pasa por 10 jefes y cuando sale en la cima, afirma que todo va de maravilla. Así es como funciona el sistema”, afirmó Luzin.

“Necesitan un descanso para resolver lo que tienen. No saben cuántos soldados contratados les quedan, no conocen el alcance total de sus propias pérdidas y no saben cuánto equipo les queda ni en qué estado está”.

Al considerar que Rusia necesitaba reorganizarse, los funcionarios ucranianos pensaron inicialmente que Putin buscaría una forma de declarar la victoria para el 9 de mayo, cuando celebra la victoria de la Unión Soviética en la segunda guerra mundial con un desfile militar en la Plaza Roja de Moscú.

No obstante, con pocos logros militares asegurados hasta ahora y las conversaciones de paz vacilando, hay indicios de que el Kremlin se está preparando para un conflicto prolongado que considera una guerra por delegación con Occidente. Putin afirmó este mes que “lo más importante [que está ocurriendo hoy]” no eran los “trágicos acontecimientos” en Ucrania, sino “romper el sistema mundial unipolar que se creó tras el colapso de la Unión Soviética”.

La retórica de la televisión estatal ha cambiado en consecuencia. Con pocos triunfos de los que presumir más allá de la toma de la ciudad portuaria de Mariupol -que requirió prácticamente su destrucción- los presentadores han culpado de la falta de progreso al apoyo de Occidente a Ucrania.

Algunos de ellos musitan con frecuencia sobre el uso de armas nucleares contra Occidente, pregonando la reciente prueba de Rusia de un nuevo misil balístico intercontinental, el Sarmat, y citando un comentario de 2018 de Putin en el que bromeaba con destruir el mundo en un holocausto nuclear porque “¿para qué sirve un mundo sin Rusia?”

Para ganar terreno en el frente, Rusia necesita un aumento significativo de la mano de obra para proteger su equipo de mayor valor. Esto sólo puede lograrse reteniendo a los reclutas, llamando a las reservas o movilizando a los voluntarios, todo lo cual requiere que el Kremlin admita que está librando una guerra completa, en lugar de una “operación especial”, según Jack Watling, miembro principal de la guerra terrestre en el think-tank Royal United Services Institute.

“Si vas a ir a la guerra, tienes que explicar a la gente lo que estás haciendo y por qué el sacrificio merece la pena”, afirmó Watling. “Como está yendo mal y están asumiendo niveles de desgaste muy, muy altos, van a tener que explicar al público ruso por qué están asumiendo bajas y para qué están asumiendo las bajas”.

Más que señalar un impulso para poner fin a la guerra, la ofensiva del Donbás puede ser también el preludio de la ampliación del conflicto.

Cuando Rustam Minnikayev, un alto general ruso, esbozó los planes para tomar el sureste de Ucrania la semana pasada, también sugirió que se planeaba un ataque contra la vecina Moldavia, indicó que Rusia se estaba preparando para una guerra de atricion más larga contra lo que quedaría de Ucrania, y que Moscú veía el conflicto como parte de un choque geopolítico mayor.

“A fin de cuentas, ahora estamos en guerra con todo el mundo, como lo estuvimos en la Gran Guerra Patria, [cuando] toda Europa, todo el mundo estaba contra nosotros. Y ahora es lo mismo, nunca les ha gustado Rusia”, afirmó Minnikayev.

Aunque la analogía de Minnikayev no tiene mucho sentido -Estados Unidos y sus aliados europeos lucharon contra los nazis junto a la Unión Soviética-, indica la creencia de que el conflicto de Ucrania es “sólo un episodio de una confrontación mayor con Occidente”, afirmó Tatiana Stanovaya, fundadora del proyecto de análisis político R. Politik.

“Hasta que Putin no consiga sellar un nuevo Yalta” -la cumbre que dividió Europa en esferas de influencia estadounidense y rusa tras la segunda guerra mundial- “Rusia se atrincherará, y no se limitará a Ucrania”, afirmó.

“Eso no significa que vayan a conquistar Moldavia o el Báltico, sino que podrían intensificar la situación de cualquier manera mediante el ruido de sables, probando armas o incluso utilizándolas”.