Un estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud en 2017 mostró que aproximadamente 810 mujeres todavía mueren todos los días por causas prevenibles relacionadas con el embarazo y el parto. Este número era ridículamente alto, lo que condujo a la implementación de la siguiente meta en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS 3): “reducir la MMR (tasa de mortalidad materna) global a menos de 70 por cada 100.000 nacimientos, para llegar a que ningún país tenga tasa de mortalidad de más del doble del promedio mundial”.
Sin embargo, han pasado cinco años y la tasa de mortalidad materna (TMM) sigue siendo inaceptablemente alta. Temas como los métodos anticonceptivos, ciclos de menstruación y el sistema reproductivo femenino siguen siendo un tabú para muchos, algo bastante preocupante para el siglo 21. Como consecuencia, el género afecta el acceso y la experiencia de una persona a la atención médica.
Las mujeres experimentan una carga injusta de enfermedades y muertes debido a las inequidades en el acceso a la atención básica de la salud, la nutrición y la educación. Y, a tan solo 9 años para alcanzar el ODS 3, un estudio realizado por la firma Frost & Sullivan mostró que la salud de la mujer sigue siendo ignorada, ya que solo el 4 % del gasto mundial en investigación y desarrollo en atención médica se destina a la salud de la mujer. Y aquí es donde entra en juego FemTech.
FemTech es un término que se utiliza para describir tecnologías para la salud y el bienestar de la mujer, como los rastreadores del período menstrual, las pruebas de fertilidad en el hogar y los entrenadores de los músculos del suelo pélvico. En este mundo digitalizado, el desarrollo de soluciones tecnológicas para la menopausia, el cuidado del embarazo y el bienestar sexual de la mujer, entre otros, podría satisfacer las necesidades insatisfechas de la mujer. Esta industria relativamente nueva representó $46.3 mil millones en 2021 en el tamaño del mercado global, según los datos informados en el documento FemTech Analytics Investment Digest Q3 2021.
De hecho, la profesora Gilman de la Universidad de Baltimore declaró en uno de sus últimos trabajos de investigación que “solo la tienda de aplicaciones de Apple ofrece más de 1000 rastreadores de períodos, y se espera que la floreciente industria FemTech tenga un valor de $ 50 mil millones para 2025”. Esto, junto con una CAGR (Tasa de Crecimiento Anual Compuesto) de casi 15,6%, indica el potencial que tiene la industria. Por lo tanto, no es absurdo creer que habrá un auge en el futuro previsible.
La inteligencia artificial está en su apogeo, y muchas de estas empresas de la industria FemTech la están utilizando en su beneficio. Existe una creciente demanda de productos digitales innovadores y personalizados que ayuden en la vida diaria normal de las mujeres de todo el mundo. Los productos de esta industria incluyen estimuladores del suelo pélvico, telemedicina, plataformas de control de la natalidad y disfunción sexual, productos de higiene femenina y aplicaciones de consumo para el seguimiento de la salud. Deben apuntar a resolver problemas como la pobreza del período (falta de acceso a productos menstruales, instalaciones y educación), educación sobre salud reproductiva y abordar las condiciones que afectan a las mujeres ya sea únicamente (como la menopausia), de manera desproporcionada o diferente a otras. Muchos emprendedores se han unido a la industria, lo que ha sido extremadamente positivo porque ha llamado la atención de muchos inversores y empresas de capital de riesgo.
Una interesante discusión ronda el tema de la monetización de la menstruación. Algunos creen que cobrar por toallas sanitarias y tampones es como pagar impuestos por simplemente tener un sistema reproductivo femenino. Otros lo ven como una oportunidad de negocio, con la posibilidad de reinvertir los fondos obtenidos en I+D en esta área o simplemente obtener beneficios. La respuesta “correcta” a esta discusión se deja a discreción del lector en este artículo, pero un punto debe quedar claro: el sistema reproductivo de la mujer y la salud en general no pueden verse como una simple estrategia comercial. FemTech es una industria muy amplia que brinda a los empresarios muchas oportunidades: cubre sextech, salud reproductiva y fertilidad, tecnología de la menopausia entre otros. Si se aborda correctamente, con la normativa y la legislación adecuada, podría revolucionar la forma en que se ha abordado la salud de la mujer. La participación de las mujeres en, por ejemplo, empresas de capital de riesgo, podría conducir a hacer coincidir la retórica feminista con la industria FemTech y devolver el poder a las mujeres que inspiraron este negocio en primer lugar.