Francia superó el viernes el umbral de los 3 millones de casos de Covid-19. La aceleración de la propagación del virus hizo que el gobierno advirtiese de la posibilidad de un tercer confinamiento.
Los casos confirmados aumentaron en 23.292 el viernes hasta alcanzar los 3,01 millones, menos de un año después de que el país registrase su primera infección. La media móvil de siete días de nuevos casos, que suaviza las fluctuaciones, ha subido la mayor parte de enero hasta alcanzar los 19.759, frente a los poco más de 13.000 a principios de mes.
El segundo confinamiento aplicado en Francia a finales de octubre revirtió un pico de casos de Covid-19, no obstante, las hospitalizaciones y los pacientes en cuidados intensivos siguen siendo más de cinco veces superiores a los de agosto, lo que mantiene la tensión sobre el sistema sanitario. A medida que se extienden las variantes más contagiosas del virus, el Ministro de Sanidad, Olivier Veran, ha afirmado que en unos días o semanas podría tomarse una decisión sobre un nuevo confinamiento o unos controles más estrictos.
“Esta crisis no cede, y Francia está pagando un alto precio por ello”, dijo el viernes el Primer Ministro Jean Castex en una visita a la ciudad portuaria de Le Havre.
Aunque la situación de Francia parece menos crítica que la de algunos de sus vecinos, “un confinamiento se convertiría probablemente en una necesidad absoluta” si las nuevas infecciones siguen la misma trayectoria que en el Reino Unido, anunció Veran a legisladores el jueves.
Las hospitalizaciones aumentaron hasta 25.908 el viernes, la cifra más alta en unas seis semanas, mientras que los pacientes en cuidados intensivos también aumentaron, hasta 2.912. Las muertes relacionadas con el virus aumentaron en 649, hasta 72.647.
Francia sumó un millón de nuevos casos de Covid-19 en poco más de dos meses, después de que los contagios se duplicaran hasta alcanzar los 2 millones durante un periodo de tres semanas entre octubre y noviembre. El país ha aumentado su capacidad de diagnóstico tras varias críticas iniciales por su lentitud, y ahora está realizando casi dos millones de pruebas a la semana.
La campaña de vacunación del país también se está acelerando, después de que el gobierno también fuera criticado por la lentitud del despliegue y el estrecho rango inicial de la población elegible. El jueves, el personal sanitario vacunó a 130.790 personas, frente a las 71.000 de la semana anterior.
