La cantidad de dinero que recibe un trabajador al momento de jubilarse vuelve a estar en tela de juicio en México. El presidente Andrés Manuel López Obrador, aseguró en un acto público en Veracruz que va a revisar el actual sistema de pensiones, que se estableció en 1997 con la creación de las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores) en el sexenio de Ernesto Zedillo.
“Es completamente inhumano, injusto, que un trabajador después de 30 años de estar laborando, cuando termina, ni siquiera recibe su salario cuando estaba en activo, sino la mitad, si le va bien. Eso ya no va a continuar así, voy a enviar también una reforma a esa legislación anti obrerista, contraria a los intereses de los trabajadores”, sentenció el mandatario.
Aunque se desconocen los detalles de la nueva propuesta de reforma del político tabasqueño en su último año de administración, los mensajes en las redes sociales del Gobierno mexicano indican que todos los trabajadores podrán retirarse con el 100% de su último salario.
Tras más 25 años administrando los ahorros de los trabajadores del país, las Afores ya se están encargando de otorgar las primeras pensiones a los empleados con la edad y el tiempo laboral requerido para poder jubilarse y que han quedado inscritos bajo el régimen de pensiones de 1997. Sin embargo, los resultados distan mucho de ser la mitad del último salario recibido, como ha dicho el presidente, sino que incluso son menores.
Carlos Ramírez Fuentes, socio director de la firma Integralia, explica en entrevista que la reforma de 1997 respondió al cambio demográfico de los mexicanos y se modificó el régimen de pensiones contributivas con un beneficio definido, donde el Estado es el principal encargado de financiar las pensiones, a un esquema de contribución donde el empleador y el trabajador son los responsables del ahorro para el momento del retiro. Por más de 20 años, la aportación obligatoria a este fondo de jubilaciones fue de 6,5% del salario base.
“Si tú aportas el 7% (de tu salario), entonces te retiras con el 30 o el 35% de tu último sueldo, no hay más”, refiere Ramírez, quien fuera también presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar). Fue la reforma al sistema de pensiones publicada en 2020 por López Obrador, que las contribuciones obligatorias se han ido incrementando gradualmente desde el 6,5% en 2020 y llegarán a ser del 15% para el año 2030.
“Estamos cosechando lo que sembramos y se sembraron niveles muy bajos de ahorro”, menciona Moisés Pérez Peñaloza, director de Retiro y Bienestar Financiero para Latinoamérica en AON. “Hoy en día, los primeros jubilados del sistema están recibiendo pensiones muy bajas, que en el mejor de los casos llegan al 40%”, menciona el experto. Al ser montos tan bajos, buena parte de los recién jubilados reciben la pensión mínima garantizada, estipulada también en la reforma de 2020, que equivale a un salario mínimo en la Ciudad de México, equivalente a 7.468 pesos mensuales (unos 440 dólares) en 2024.
Aunque los niveles de ahorro en las Afores ha aumentado significativamente en los últimos años, los recursos siguen siendo insuficientes para retribuir el 100% a los trabajadores que se jubilan, y hoy en día depende en buena parte de las aportaciones que haga el empleado de modo voluntario. “Los cambios son generacionales, no lo vamos a ver en cinco o en diez años, y ahí lo complicado de las pensiones, que la solución no es inmediata”, reflexiona Pérez Peñaloza.
Las pensiones, el lastre que puede dejar en quiebra a las finanzas de México
En términos técnicos, el porcentaje del salario con el que se retira un trabajador se le conoce como tasa de reemplazo, y la propuesta del presidente es que sea del 100%. Sin embargo, no hay ningún país en el mundo que retribuya al 100% a sus jubilados. De acuerdo con el Panorama de Pensiones elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) a finales de 2023, los países con mayores niveles de desarrollo tienen tasas de reemplazo cercanas al 85%. Tal es el caso de Bélgica, con 83,8% o Luxemburgo, con 72%.
“Digámoslo así de claro: es impagable”, sentencia Ramírez Fuentes. “Ni Dinamarca, ni Holanda, ni Australia, que son los tres mejores sistemas de pensiones del mundo, pagan tasas de reemplazo al 100%”, comenta. Para que haya mejores tasas de reemplazo, además de que los trabajadores deben de hacer ahorro voluntario y los empleadores aportar más dinero a los fondos de jubilaciones, el resto de ese dinero debe aportarlo el Estado.
Por ejemplo, en Dinamarca, cuyos trabajadores tienen una tasa de reemplazo del 74%, el Estado aporta el 24% y el otro 50% es responsabilidad del empleador y del ahorro que realiza el propio trabajador. “Los mejores esquemas de pensiones del mundo son, vamos a llamar tripartitas, pero claro: si tú elevas el monto de la aportación que tienen que hacer los patrones en exceso y de golpe, quiebran las empresas”, dice Ramírez Fuentes.
“No hay un gobierno que lo pueda soportar, porque hay menos jóvenes, hay más adultos y hay que mantenerlos. Esa fue la razón del cambio central en México, de la ley de las Afores de 1997″, refiere Pérez Peñaloza. “Aún hoy hay quien recibe 80.000 pesos mensuales de pensión definida”, detalla.
Pese a la reforma de 1997, el pago a los jubilados del régimen anterior (de 1973), tiene entre las cuerdas a las finanzas públicas, al tratarse de un efecto de bola de nieve que crece cada año. De acuerdo con los datos más recientes publicados por la Secretaría de Hacienda, el gasto que realizó el gobierno en las pensiones y jubilaciones creció, entre enero y noviembre del año pasado, más que el gasto público total, al sumar 1,2 billones de pesos, un crecimiento de 6% respecto al 2022.
Eso, solo por hablar de los trabajadores formales, pues quienes se encuentran en la informalidad, es decir, el 55% de la fuerza laboral del país, no tiene ningún tipo de ahorro para su vejez. De acuerdo con el documento Diagnóstico del ahorro en México elaborado por la organización México, cómo vamos, solo el 39,2% de la población de 18 a 70 años tiene una cuenta de ahorro para el retiro.
Y no es por falta de voluntad de los empleados, según el experto de AON. “Un trabajador desde que empieza a cotizar laboralmente, que empiece a ahorrar para que la acumulación en el tiempo con esos porcentajes le permite entonces tener acceso a una pensión suficiente, pero los niveles salariales pueden ser no los óptimos. Entonces la gente dice no puedo ahorrar de forma voluntaria porque sencillamente mi nivel salarial no me lo permite”, indica.
Para el expresidente de la Consar, más que prometer tasas de reemplazo de 100% en un año electoral, lo ideal es revisar detalles del Sistema de Ahorro para el Retiro actual. “Hay muchos cambios operativos dentro del sistema, como mejorar la gobernanza al interior de las Afores, hay que lograr que tengan un régimen de inversión más libre que les permita alcanzar mejores rendimientos y también trabajar en la parte operativa, reducir los traspasos, el gasto comercial, algo que ya se está trabajando”, dice Ramírez.
Por su parte, Pérez Peñaloza considera que un cambio fundamental hacia mejores pensiones vienen desde una mejor educación financiera. “Si tú tuvieras niveles de ahorro por 40 años al 30%, me queda claro que los niveles de reemplazo no sé al 100%, pero muy cercanos”, concluye.