La Bolsa Mexicana de Valores ha cumplido 130 años, sobreviviendo más que viviendo

Con fuegos artificiales, una celebración de sus figuras y el tradicional campanazo, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) ha celebrado sus 130 años. Pese a las luces y aplausos, el festejo se ve envuelto en grises. La última Oferta Pública Inicial (OPI) en México se dio en 2017, esto a pesar de los repetidos intentos de integrar a más empresas, el ultimo durante el año pasado con la Reforma a la Ley de Mercado De Valores del 2023.

Hoy en día, el listado de las firmas que cotizan en este centro financiero asciende a poco más de 140 compañías, una cifra pequeña respecto a Estados Unidos, donde más de 5.000 empresas cotizan en sus mercados financieros.

Durante años, analistas bursátiles se han lamentado una falta de cultura de gobierno corporativo en México, el cual se expone a escrutinio de inversionistas cuando una empresa sale a mercado.

Muchos miran a la propria cultura corporativa de México, el país tiene una larga tradición de empresas familiares que van desde grandes corporativos hasta pequeños emprendimientos, lo cual hace menos atractivo instalar un gobierno corporativo que rinda cuentas a quienes se convierten en accionistas. Pero también a la falta de participación de los mexicanos en los mercados financieros y  la baja capitalización del mercado de las empresas domésticas de la Bolsa mexicana equivale apenas al 31% del Producto Interno Bruto, muy por debajo del promedio de 120% en países de la OCDE.

No solo se han secado por completo los OPI’s , en los últimos cinco años, una docena de empresas se han deslistado de la Bolsa Mexicana de Valores.

La última de ellas fue Grupo Sanborns, que le fue autorizada la cancelación de sus acciones en noviembre de 2023. Antes de ella, otras empresas como Aeroméxico, Lala, Bachoco, Ienova, Banco Santander, Monex, Citigroup y Benavides, han optado por salir del mercado y buscar una mayor rentabilidad en privado, así como la reciente debacle financiera de uno de sus participantes más mediáticos: Elektra.

Las acciones de la empresa, propiedad del magnate mexicano Ricardo Salinas Pliego, han caído más de un 70% esta semana tras una suspensión de meses y el anuncio de su intención de salirse de la Bolsa para volver a ser una firma privada.

Las conversaciones de negocios que iniciaron en la trastienda de una pastelería del centro de Ciudad de México, a finales de 1894, ahora es el corazón de la actividad bursátil en el país. Durante la celebración de sus 130 años, el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, y la gobernadora del Banco de México, Victoria Rodríguez Ceja, fueron los invitados de honor en una ceremonia plagada de luces y aplausos. En su discurso, el secretario de Hacienda resaltó que, desde su creación, la Bolsa Mexicana de Valores ha evolucionado en paralelo con la economía mexicana, participando en los momentos clave de la historia económica de la segunda economía de América Latina.

Frente a las autoridades financieras, banqueros y empresarios, Ramírez de la O, reconoció que la BMV aún tiene retos a subsanar y que pondrán a prueba su capacidad de adaptación. “Una problemática es la limitada profundidad de los mercados financieros en México, en nuestro país únicamente 140 empresas nacionales se encuentran listadas en la bolsa esta cifra contrasta con las cerca de 5.000 empresas en Estados Unidos y las cerca de 400 empresas en mercados latinoamericanos como Chile y Brasil”, declaró.

El funcionario añadió que este rezago también es patente en el nivel de capitalización de la Bolsa respecto a otros mercados. “La capitalización del mercado de las empresas domésticas de la Bolsa mexicana equivale apenas al 31% del Producto Interno Bruto, muy por debajo del promedio de 120% en países de la OCDE, adicionalmente preocupa la reducida cantidad de ofertas públicas iniciales en los últimos años junto con un aumento en el número de empresas que optan por deslistarse, los indicadores anteriores subrayan la necesidad de contar con una estrategia integral que fomente la participación empresarial a través del trabajo entre la iniciativa privada los reguladores y el gobierno”, zanjó.

A pesar de que la reforma a la Ley del Mercado de Valores fue implementada desde hace casi un año, aún se reporta poca participación por parte de los inversionistas e incentivos para el listado de nuevas empresas. Tanto expertos como funcionarios coinciden en la necesidad de fomentar una mayor participación ciudadana en el mercado de valores. Ramírez de la O indicó que la aprobación de la Ley del Mercado de Valores prevé elevar tanto el número como la diversidad de emisores en la bolsa y brindar más fuentes de financiamiento a las empresas. Además, aseguró que la reforma aprobada al sistema de pensiones implica, entre otras cosas, que los recursos administrados por las Afores se eleven del nivel actual del 18% del PIB al 40% para mediados de la próxima década. “Hacia el futuro estoy convencido de que esta institución seguirá consolidándose como una plataforma robusta y confiable para impulsar el crecimiento económico y la profundización del mercado financiero en México”, concluyó.

La gobernadora del Banco de México, Victoria Rodríguez Ceja, añadió durante esta celebración que el mercado bursátil mexicano requiere reforzar esfuerzos, impulsar la competencia y apoyar la entrada de nuevos competidores. “Debemos redoblar esfuerzos para seguir fortaleciendo el mercado de capitales y de deuda y continuar promoviendo su desarrollo y crecimiento a esto se puede contribuir eliminando barreras de entrada fomentando así la competencia y el acceso de nuevos participantes”, indicó desde el piso de remates de la BMV.

La incertidumbre del mercado, las bajas valuaciones y las estrategias propias de las empresas han frenado el aterrizaje de más empresas al mercado de valores. Lo que ha sucedido, explica su director general José Oriol Bosch (España, 57 años), es una migración a la deuda como fuente de financiamiento. La informalidad, las tasas de interés históricamente altas y una falta de cultura de gobernanza corporativa están detrás de la sequía.

“El producto principal de financiamiento en la Bolsa Mexicana de Valores ha sido la deuda, no el capital”, dice Bosch en entrevista por videollamada. El año pasado empresas recurrieron a la BMV para emitir 600.000 millones de pesos en deuda, un salto de 60% en comparación con 2022.

Más de la mitad fue deuda de largo plazo, que es la que detona crecimiento y planes de expansión, explica Bosch. De esta, el 40% fue etiquetada para negocios que cumplen objetivos Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ASG). En el mercado de deuda, la BMV tuvo un 96% de participación.