México creció en 2022 pese a un entorno de incertidumbre e inflación. La economía del país creció un 3,1% el año pasado, una cifra ligeramente mejor al 3% estimado previamente por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). En los datos publicados este viernes, el Producto Interno Bruto (PIB) avanzó 0,5% en el cuarto trimestre respecto al periodo anterior. El desempeño de la actividad económica en el país fue impulsado por las actividades industriales, que registraron un crecimiento del 3,3%, un nivel que no se observaba desde 2010, principalmente por el sector manufacturero.
Las actividades terciarias –donde se encuentran los servicios y que aportan más al PIB–, crecieron 2,8% en el 2022, mejor al 2,7% estimado inicialmente. Mientras que las labores agropecuarias registraron un crecimiento de 2,6%.
Desde el año pasado a la fecha, la inflación ha sido uno de los mayores desafíos a vencer en el país latinoamericano. El índice de precios al consumidor se ubica actualmente en 7,76% durante la primera quincena de febrero, dando un leve respiro tras el repunte que se observó en las quincenas previas. Sin embargo, el alza de precios más alta de las últimas dos décadas ha llevado al banco central mexicano a elevar sus tasas de interés a niveles inéditos para frenar la inflación. Actualmente, esta tasa de referencia ya está en 11%.
Rodolfo de la Torre, director de desarrollo social con equidad del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, califica este ajuste al alza, respecto a las previsiones de inicios de 2022, como una “sorpresa moderada, pero positiva”. El economista explica este aumento a la recuperación tras la pandemia. “Lo que hay que destacar es el regreso de una buena parte de las personas al mercado de trabajo. Durante la pandemia, una buena parte de la población, principalmente las mujeres, se retiró del mercado de trabajo y han regresado gradualmente, impulsando la economía. Tenemos mayor mano de obra disponible y mayor demanda de nuestros productos en algunos mercados”, menciona. En coincidencia, la directora de análisis de Banco Base, Gabriela Siller, especifica que la revisión del PIB hace evidente que el crecimiento económico de México en el 2022 estuvo impulsado por el sector secundario, principalmente por la manufactura en donde se encuentran las exportaciones de México.
De la Torre señala que es aún prematuro, atribuir el crecimiento económico nacional a la relocalización industrial conocido como nearshoring. “Este tipo de relocalización de la actividad industrial es un proceso gradual, podríamos empezar a ver algo de ello en 2023, pero yo creo que más contundentemente en 2024″, dice el especialista.
La economía mexicana registró un mejor desempeño que su vecino país del norte. El Producto Interior Bruto (PIB) de Estados Unidos creció el 2,9% a una tasa anualizada en 2022. Las subidas de tipos de interés en ese país han frenado a algunos sectores (la construcción y la compra de viviendas), pero no han provocado por ahora la temida recesión.
El crecimiento económico de México en 2022 superó, incluso, los pronósticos del Banco Mundial. El organismo internacional cifraba en 2,6% el desempeño del PIB mexicano. Sin embargo, para este año las previsiones de la multilateral caen a un crecimiento de, apenas, 0,9% mientras que en 2024 vuelven repuntar a 2,3%
Para este año, De la Torre, advierte como posible riesgo una futura desaceleración en la economía estadounidense, de la que dependen en gran medida el desempeño de las exportaciones nacionales. El otro riesgo que avizora el experto del Centro de Estudios Espinosa Yglesias es que aún no se ha domado la inflación en México, así como la falta de certeza jurídica para atraer más inversiones. “La inversión sigue siendo relativamente baja, los trabajadores están llegando, pero no a plantas nuevas, sino a fábricas que ya estaban instaladas”, concluye. Por ahora, la segunda economía de la región ha mostrado un desempeño modesto, pero favorable.