Según informa el periódico Reforma, el padre de Sergio Pérez, el político mexicano Antonio Pérez Garibay, ha dicho que Cancún podría estar en línea para un segundo Gran Premio de México en 2024. Se sumaría a la carrera existente en el Autódromo Hermanos Rodríguez de la Ciudad de México, que está confirmada al menos hasta 2022.
El papá de Checo ya había adelantado que había hablado con los directivos de la F1 en el Gran Premio de Hungría del pasado fin de semana, publicando el domingo en las redes sociales una foto suya con el presidente de la FIA, Jean Todt, con la leyenda “BUENAS NOTICIAS PARA MÉXICO CANCÚN 2024”, pero desde entonces ha contado a los medios locales más sobre los planes reales.
En la edición de hoy de Reforma, el medio informa que Cancún sería una segunda carrera, no un reemplazo de la Ciudad de México y cita a Pérez Garibay con algunos planes audaces, incluyendo un lanzamiento profético sobre las posibilidades de su hijo en el campeonato mundial de pilotos.
“Es un proyecto nuevo y estaríamos empezando de cero. Estamos empezando con cartas de compromiso, pero fuimos muy bien recibidos por Jean Todt y Stefano Domenicali”, dijo Pérez Garibay. “Vamos a empezar a desarrollar esto, y ellos (Todt, Domenicalli) dijeron que quizás para 2024, cuando Checo sea campeón del mundo”.
Puede que no parezca especialmente creíble por parte de algunos papás de pilotos, pero (dejando la bola de cristal a un lado) en realidad hay una posibilidad razonable de que Pérez Garibay sepa de lo que habla o, al menos, tenga los hilos que mover para que algo suceda. Es un político de nivel federal con estrechos vínculos con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, lo que le da acceso a un montón de oídos y, al parecer, según el artículo de Reforma, ya ha estado hablando con el gobernador de Quintana Roo (el estado de Cancún), así como con el organismo de turismo más amplio de México.
Cancún no tiene antecedentes de carreras (aunque parece haber hecho una oferta para un lugar en el calendario en 2006, pero no llegó a nada), que es principalmente una economía turística. Sin embargo, al igual que Miami y Jeddah, es muy probable que la F1 pueda montar un circuito urbano en pocos años, con suficiente voluntad política. Además, la famosa ciudad costera alberga algunos de los mayores concesionarios de supercoches del país, que atienden a algunos de los residentes más ricos de México. Esto seguramente puede ser visto como una ventaja por parte de empresas como Ferrari, Mercedes y McLaren.
Su argumento es que “es urgente reactivar la economía, y proyectos grandes e internacionales como éste (Cancún F1) son necesarios en México”, después de que los crecientes casos de coronavirus sigan afectando duramente al país.
Por supuesto, no hay garantía de que algo salga de esto -se puede hablar de muchas pistas-, pero si hay suficiente respaldo político para el proyecto, definitivamente podría suceder. Y con un piloto mexicano actualmente en un coche ganador de carreras y de equipo superior, es muy probable que lo haya.