El Universo de Marvel estreno su más reciente película, Pantera Negra 2, el pasado 9 de noviembre, la cual además de homenajear a Chadwick Boseman, el fallecido protagonista, exalta la cultura mexicana. Esta secuela es de las pocas producciones en Hollywood que ha retratado y representado las tradiciones indígenas maya. Al ser una película de una casa de producciones tan reconocida, es una película que alcanza un público masivo, pues se estrena en países de todo el mundo, lo cual realza el peso de la visión positiva sobre los pueblos indígenas que la película comunica.
Este gran papel que tiene México en la película es transmitido principalmente a través de Mabel Cadena y Tenoch Huerta, los dos mexicanos que actúan en ella. Estas películas suelen ser basadas en cómic, y a pesar que en el cómic original Namor proviene del reino de Atlantis, el director de la película Ryan Coogler decidió incluir un trasfondo mesoamericano conectado a los mitos y las deidades de esta civilización. A través de personajes como el villano de la película ‘Namor’, el dios de la mitología Maya ‘Kukulcán’ y Namora, estos dos actores transformaron la trama de la película, enriqueciéndola con una cultura generalmente ignorada. Ellos, junto con los productores y guionistas, fueron guiados e instruidos por el investigador Josué Maychi, un actor de televisión maya conocido por participar en series como La Malinche y Hernán, donde busca siempre representar y educar sobre la vida en sus comunidades.
Además de los personajes presentes en la producción, la cultura maya se dio a conocer también por medio de su música e idioma. Por ejemplo, Namor y Namora hablan en maya durante toda la película, y tanto Tenoch como Mabel tuvieron que perfeccionar su maya con la ayuda de Josué. Esto se convirtió en un orgullo para México y Centroamérica, pues por primera vez el mundo entero escuchara la lengua indígena en una película de Hollywood. Por otro lado, Marvel también incluyo un tema cantado en lengua maya en el soundtrack, invitando a Yaalen K’uj, musico integrante de ADN Maya Colectivo. El soundtrack también incluye otros artistas mexicanos.
Al situar a Namor como gobernante de Tlalocan, trasladando por completo el reino a la península de Yucatan, se intentó representar fielmente la cultura, dándole una variación significativa a esta historia de superhéroes. Además, el director Ryan Coogler logro tocar temas históricos como la colonización y explotación de estos pueblos desde una perspectiva precisa y correcta, lo cual no siempre es el caso con las producciones de Hollywood. Namor, interpretado por Tenoch, se encarga de contar la historia de Tlalocan en la película, donde enfatiza en como este pueblo en Yucatán fue colonizado por los españoles. La trama toma una perspectiva ficticia después, pues este pueblo se termina convirtiendo en una especie de superhéroes para poder salvarse y no ser explotados ni robados de su identidad.
Al tener mucha precisión en cuanto a los detalles, la producción trata de mostrar la cultura maya incluso en la escenografía con elementos visuales como murales inspirados en los sitios arqueológicos mayas y frescos mayas. También se incluyeron en la película pequeños gestos como el saludo “Liik’ik Talokan”, un saludo proveniente de códices mesoamericanos. Las vestimentas de los personajes que representan los habitantes de Tlalocan incluyen prendas mayas como el quechquemitl, un pectoral con piedras preciosas como el jade tradicionalmente mesoamericano.
No cabe duda que México, y Centroamérica en general, debería sentirse extremadamente orgulloso de su pasado, al igual que Hollywood debería continuar exhibiendo y compartiendo estos elementos de diferentes culturas y esta mezcla de tradiciones para educar al mundo sobre nuestros antepasados. Es una gran oportunidad para invitar a los países latinoamericanos a reconocer y celebrar su pasado indígena, e integrar un poco más a estas comunidades. Es a su vez un gran recordatorio que tanto la cultura, el idioma y los indígenas mayas siguen presentes, y es importante que estas minorías se sientan representadas, vistas y apreciadas.