En Guayaquil, el martes 1 de noviembre, se han reportado una serie de ataques con explosiones y policías muertos en varios sectores. Al menos diez eventos con artefactos explosivos, ataques a unidades y establecimientos policiales se registraron durante el día. Uno de estos hechos fue el asesinato a tiros de dos policías en el suburbio de Guayaquil.
La intensa jornada de violencia comenzó la madrugada del martes en Guayaquil y Esmeraldas, y se ha prolongado en los últimos días a Durán, causando pánico entre los habitantes. Coches bomba, policías asesinados, patrullas y comisarías tiroteadas por delincuentes son los hechos que han dejado una estela de terror.
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito indicó que Ecuador se ha convertido en el tercer país con más incautaciones de narcóticos en el mundo, después de Colombia y Estados Unidos. La tasa de muertes violentas ha pasado de 13,89 en 2021 a 15,48 por cada 100.000 habitantes este año.
Uno de los casos más impactantes ocurrió en septiembre, cuando Edgar Escobar, un fiscal que investigaba las redes del crimen organizado en Guayaquil, fue asesinado a tiros.
Ante la ola de incidentes violentos ocurridos en los últimos días en Guayaquil, la alcaldesa Cynthia Viteri pidió a las familias que “tomen precauciones y no se expongan innecesariamente”. Viteri remarcó que el país atraviesa un momento extremadamente delicado, por lo que toda la información “debe basarse en los organismos oficiales del Gobierno”.
Ante estos hechos, el presidente de la República, Guillermo Lasso, ofreció una cadena nacional y anunció que se decretó un nuevo estado de excepción en las provincias de Guayas y Esmeraldas. Se establece un toque de queda a partir de las 21:00.
El Presidente se trasladó a Guayaquil para dirigir el Puesto de Mando Unificado. Calificó como actos de sabotaje y terrorismo los ataques perpetrados durante esta jornada. “Son una abierta declaración de guerra contra el Estado de Derecho, el Gobierno y contra todos ustedes, los ciudadanos. No lo permitimos”, dijo. “Estoy aquí y me he preparado para actuar con dureza en el marco de la ley”, dijo el presidente.
El ministro de Defensa, Luis Lara, anunció que 1.400 militares están en Guayaquil y otros más llegarán a la ciudad para apoyar a la Policía Nacional en su labor durante el estado de excepción anunciado por el Gobierno en Guayas y Esmeraldas. La autoridad remarcó que los hechos de violencia ocurridos en las últimas horas corresponden al accionar de mafias del narcotráfico y del crimen organizado, además de ser una reacción a la decisión del Gobierno de retomar el control de las cárceles y erradicar el negocio de la droga en el país.
Los ataques criminales se desataron el martes 1 de noviembre en varios sectores de Guayaquil, Esmeraldas y Durán, y también estuvieron relacionados con el traslado de presos de la Penitenciaría del Litoral a otros centros. El Gobierno contabilizó al menos 18 hechos violentos durante el pasado martes. Tras los ataques violentos, el Gobierno anunció 28 detenciones y una serie de allanamientos.
Una vez que el Gobierno declaró el estado de excepción en Guayas y Esmeraldas, por la escalada de violencia del martes, el Ministerio de Educación dispuso la suspensión de clases en las instituciones educativas.
La Fiscalía General del Estado informa que Guayaquil es la ciudad ecuatoriana con mayor número de denuncias de extorsión e intimidación. Las “vacunas”, como se conoce a la extorsión en Ecuador, son una fuente de financiación para los grupos del crimen organizado.
Los Choneros, Lobos, Lagartos, Tiguerones y Choner Killers encabezan el mapa de unas 20 bandas investigadas por la Policía Nacional de Ecuador en todo el país, que se dedican a actividades como el microtráfico, el sicariato, el contrabando y la extorsión.
Fernando Carrión, experto ecuatoriano en seguridad, ha recogido el testimonio de empresarios que aseguran invertir entre el 15% y el 20% del presupuesto mensual de su empresa en medidas de seguridad, como la contratación de vigilantes privados, para evitar extorsiones o el riesgo de bombas. “El Gobierno no se da cuenta de que una buena política económica requiere una buena política de seguridad ciudadana. Si quiere reactivar la economía, tiene que parar la violencia”, dijo Carrión.
El mandatario advirtió que no se debe apelar a los derechos humanos “para solapar la delincuencia, porque primero están los derechos humanos de los 18 millones de ecuatorianos que quieren dormir en paz, salir y volver a sus casas tranquilos”, dijo.
Lasso llamó a la unión de todos los sectores para luchar contra las mafias. “Querían respuestas, tendrán respuestas”, dijo el mandatario al finalizar su mensaje al país.