La Secretaría de Hacienda ha anunciado que pagará de manera anticipada un bono de deuda de 894 millones de dólares, de manera que la próxima Administración no tenga que pagarlo el próximo año. La operación, la cual se lleva a cabo en Nueva York, es otra señal que el secretario Rogelio Ramírez de la O manda a los inversionistas de que la disciplina fiscal será prioridad bajo su segundo mandato. El pago pudiera resultar ventajoso si la volatilidad dispara los costos de financiamiento para el país.
El peso mexicano se ha depreciado 10% contra el dólar desde que se anunciaron los resultados de las elecciones el 2 de junio. El partido oficialista, Morena, y sus partidos aliados, lograron una mayoría calificada en el Congreso y quedaron cerca de lograrla también en el Senado, con lo que buscarán pasar una serie de controvertidas reformas en septiembre. Morena pretende reformar el Poder Judicial para que jueces y magistrados sean electos por la vía popular, además de desaparecer reguladores autónomos. Esto se ha interpretado por los nerviosos mercados como una falta de contrapesos que hace más riesgosas sus inversiones.
Es en este contexto que la Secretaría decidió adelantar el pago de un bono de deuda soberana que vencía en abril de 2025, eliminando totalmente los pagos programados para el próximo año. Una nueva Administración, bajo la presidenta electa Claudia Sheinbaum, asume el poder en octubre. El pago anticipado envía la señal a los mercados de que la disciplina fiscal será prioritaria para Ramírez de la O, quien ya acordó con Sheinbaum seguir en la cartera.
Pero el impacto pudiera resultar aún más profundo. Como parte del nerviosismo en los mercados, las tasas en bonos soberanos que cotizan en mercados internacionales han incrementado. Liquidar un bono de ahora y de manera anticipada pudiera resultar más económico si las tasas se siguen elevando a futuro. Además, los analistas hablan de la posibilidad de que la calificación crediticia de México se deteriore a partir de las controvertidas reformas. De ser así, los costos de financiamiento del país se dispararían, por lo que refinanciar luego saldría más caro que refinanciar ahora.
El pago anticipado “implica una reducción de la deuda externa para liberar presiones de pago para la siguiente Administración”, dijo la Secretaría en un comunicado el miércoles por la tarde. “Este es el tercer bono con vencimiento en 2025 que se liquida con este mecanismo, refinanciando un total de casi 4.000 millones de dólares en vencimientos programados para el primer año de gobierno de la siguiente Administración”, aseguró.