El 44% de los usuarios de la banca en Mexico reportan ser víctimas de fraudes, un porcentaje superior al de Chile, Colombia y Brasil . Tan solo durante la pandemia, la presión de fraude aumentó en 220%, convirtiéndonos en el segundo país de América Latina que sufre más ataques de phishing con la intención de defraudar.
El problema es sencillo: la banca en México usa tecnología obsoleta y poco transparente que no permite mejorar la seguridad de las transacciones con tarjeta. Así, estándares tecnológicos que permiten reducir significativamente los niveles de fraude en otras partes del mundo, en México llevan más de 15 años sin poder ser implementados del todo.
El corazón del problema es la relación simbiótica que existe entre el árbitro, Banxico, y los jugadores más grandes, la Asociación de Bancos de México (ABM).
En otros países no es así. En Brasil, el gobierno les quitó poder discrecional a los jugadores en 2013, en Chile en 2018 y en Colombia, procesos similares culminaron en 2020.
En México, no. Como ha documentado la Cofece, las reglas del sistema de pagos mexicano están hechas por Banxico, la CNBV y la ABM para favorecer a un puñado. Por ejemplo, solo existe una sola red de pagos (controlada por los bancos tradicionales de la ABM) que no tiene incentivos a invertir en mejoras tecnológicas porque no tiene competencia. Otros quisieran crear alternativas, pero la ley es un campo estratégicamente minado para sutilmente impedirlo.
Cada semana, a los mexicanos, se nos roban 93 millones de pesos en fraudes por transferencias electrónicas no reconocidas o retiros no solicitados. Y eso es tan solo la cantidad reportada a Condusef.
Los organismos reguladores, en lugar de resolver el problema y ponerse a barrer la casa, han decidido esconder el polvo debajo del tapete. Sus “soluciones” son francamente ofensivas para los millones de mexicanos víctimas del fraude. Por ejemplo, tienen un portal para que las víctimas compartan sus experiencias como en grupo de autoayuda, otro para denunciar fraude y muchos comerciales de radio donde nos dicen que nos cuidemos. Por su parte, Banxico piensa que el problema se puede atenuar con un App (CoDi) que nadie usa.