El lastre de la violencia en México ha tocado un nuevo récord. Los homicidios registrados en lo que va de este sexenio ya sobrepasan los de Gobiernos anteriores. El presidente Andrés Manuel López Obrador lo ha admitido este jueves a regañadientes, pero ha achacado las malas cifras a la espinosa situación que recibió producto de las políticas de Administraciones pasadas. “Ahora nos dicen: ‘Qué barbaridad, el gobierno de ahora es el que tiene más homicidios!’. Sí, pero ¿por qué no pones la lámina de homicidios? Para que vean cómo nos dejaron el país, porque esta es un mala herencia en seguridad, pero así nos dejaron salud, educación y así nos dejaron todo”, ha dicho el mandatario en conferencia de prensa desde Tamaulipas.
El recuento de los homicidios en México tiene múltiples caras, según quién lo haga. Hace unos días, sin embargo, las cifras que llevan el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública y del reporte de la Secretaría de Seguridad han empezado a encender las alertas. Todo parecía indicar que el Gobierno de López Obrador había superado los números que tenían los Gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Un dato que se oficializará cuando salgan los informes finales de incidencia delictiva de mayo en el país.
Uno de los recuentos los lleva la agencia de consultoría TResearch, que este jueves ha pasado sus cifras en limpio. Para ellos, el sexenio de López Obrador acumula ya 156.204 homicidios. Mientras que Peña Nieto sumó un total de 102.594.Y Calderón, unos 80.686 asesinatos. Consultado sobre la violencia, el presidente ha mostrado su propio recuento, que coincide con las cifras del Inegi. Ese registro lleva puntualmente los números por año, por lo que está desfasado un mes en la práctica, porque no tiene en cuenta que los mandatarios toman posesión el 1 de diciembre normalmente.
Su planilla señala que entre 2019 y el último registro oficial que hay este año, se reportaron 151.471 homicidios. A esos faltan agregar los que ocurrieron en las últimas semanas. Entre 2013 y 2018, un periodo en el que mayoritariamente gobernó Peña Nieto, hubo 157.158 asesinatos. Y en los años de Calderón, entre 2007 y 2012, se registraron 121.613.
Más allá de las diferencias en los números, lo que sí dejan en claro todos los recuentos son la brutal escalada que sufrió este indicador a lo largo de este siglo. “El país estaba en bancarrota, el país estaba inmerso en un decadencia, ni siquiera era una crisis, era una decadencia y por eso, frente a una decadencia, lo único que debía hacerse era llevar a cabo un proceso de transformación, arrancar de raíz a la corrupción y eso no les ha gustado a los que antes se sentían los dueños de México y son los responsables de la tragedia nacional. Deberían estar ofreciendo disculpas”, ha dicho el presidente este jueves.
López Obrador ha intentado escapar a las críticas, que apuntan a que su estrategia de “abrazos y no balazos” no ha traído la pacificación que predicaba. Con eso en la mira, ha asegurado que no basta con mirar cuánta gente fue asesinada sino que hay que poner el ojo en otro indicador: en cómo ha variado dentro de cada sexenio ese número de homicidios. El punto, para él, es entender cómo ha afectado la política de cada presidente en la práctica. Respecto a esto, el mandatario asegura que en el sexenio pasado, los homicidios aumentaron un 59%, mientras que el peor salto se dio en el Gobierno de Calderón, cuando subieron un 192%. Esa variable le favorece, porque de acuerdo a su estadística, en los últimos cinco años descendió un 17%. “Nos ha costado mucho esto, y esperemos que siga bajando”, ha señalado el presidente, “ya están dando resultados los programas de bienestar, que son la base para pacificar al país”.