México llegó a un acuerdo para abastecer de agua a los Estados Unidos en virtud de un tratado de siete décadas de antigüedad, poniendo fin a un creciente impasse antes de que se cumpla el plazo del sábado, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador.
AMLO, anunció el acuerdo durante la mañanera del jueves, dando las gracias a Donald Trump por su “comprensión y solidaridad”. Según el acuerdo, los Estados Unidos ayudarán a suministrar agua cuando sea necesario en casos de emergencia al estado de Chihuahua, dijo en la conferencia Roberto Velasco, director general para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Tras el conflicto desatado en la presa de la Boquilla de Chihuahua, México debía a su vecino del norte más de 350 millones de metros cúbicos de agua que debía entregar antes del 25 de octubre. “Se evitó una sanción, un conflicto. Se llegó a un acuerdo, un buen entendimiento”, ha dicho López Obrador.
El acuerdo flexibiliza el calendario de entrega de agua para México, dijo Blanca Jiménez, directora de la Comisión Nacional del Agua de México. El país extraerá agua destinada a los Estados Unidos de más y diferentes fuentes, reduciendo la presión en lugares como Chihuahua donde los agricultores cerraron una presa en protesta, dijo.
México estaba bajo presión para cumplir con sus obligaciones del tratado de 1944 y enviar agua de su lado del Río Grande a los EE.UU., con los políticos de Texas amenazando con tomar medidas. Las tensiones en la frontera han incluido protestas en el lado mexicano por los agricultores que sufren de sequía y el cierre de un ferrocarril entre EE.UU. y México.
En la disputa por el agua en ebullición, el gobernador de Texas, Greg Abbott, republicano, había instado al Departamento de Estado de los Estados Unidos a que ayudara a hacer cumplir el acuerdo sobre el agua, y el representante estatal Lyle Larson había propuesto cortar el río Colorado al entrar en México desde Arizona. El acceso al río es parte del tratado. La cuestión era delicada en México porque gran parte del suministro de la nación proviene de Chihuahua, donde las sequías han perjudicado la capacidad de irrigación de las granjas.
El tratado de aguas, firmado en 1944, establece que por los ríos fronterizos México debe entregar cada cinco años cerca de 2.160 millones de metros cúbicos a Estados Unidos, aunque los mexicanos reciben casi cuatro veces más: 9.250 millones. La directora general de la CONAGUA, Blanca Jiménez, ha detallado que el tratado se pagará con agua contenida en presas internacionales, entre ellas las de Estados de Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas, y con otras presas como la del Granero. Además, ha reiterado que el agua de 13 ciudades fronterizas “está garantizada”.