Andrés Manuel López Obrador quiere encabezar un frente común contra la inflación en América Latina. Así lo ha anunciado el presidente de México este jueves, un día después de sostener conversaciones telefónicas con Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil, Gustavo Petro de Colombia, Alberto Fernández de Argentina y Miguel Díaz-Canel de Cuba. El objetivo es fomentar los intercambios comerciales y eliminar los aranceles para combatir la carestía y disminuir los precios de bienes clave en los países de la región. “Vamos a llevar a cabo un plan antiinflacionario de ayuda mutua para el crecimiento, para el intercambio económico y comercial”, ha adelantado el mandatario en su conferencia de prensa matutina. El mensaje se dio sobre líneas económicas, pero tiene un fuerte componente político y diplomático. México quiere mostrar músculo de su liderazgo continental, apuntalado por sus principales aliados y el nuevo Gobierno de Brasil, el mayor gigante económico de Latinoamérica.
El anuncio de López Obrador se produjo mientras sacaba pecho sobre su gestión de la economía. El peso mexicano ha encadenado varias semanas ganando terreno frente a la divisa estadounidense y ha roto un nuevo récord, al cotizarse el miércoles en 18,08 unidades por dólar, su mejor marca desde 2018. La inflación, sin embargo, se mantiene como uno de los principales desafíos en el país, al rozar el 8% en los primeros meses de este año. El aumento en el nivel de precios se situó en 7,76% en la primera quincena de febrero, según datos oficiales, un ligero respiro en comparación con los visto en el primer trimestre de 2023. “Vamos a buscar intercambios en exportación e importación de alimentos y de otros bienes con el propósito de enfrentar la carestía de la vida de manera conjunta”, dijo el mandatario sin dar más detalles.
Tres horas después de concluir su rueda de prensa, López Obrador subió un video en sus redes sociales en el que conversa con sus homólogos de Brasil, Colombia, Argentina y Cuba. “Convenimos reunirnos por videoconferencia para enfrentar la inflación y ayudarnos mutuamente”, se lee en la publicación. El presidente de México invirtió buena parte del miércoles en fraguar el nuevo plan. “Quedamos con Lula de que por qué no hacíamos una especie de encuentro virtual que sería el 5 de abril a las diez de la mañana hora de México para intercambiar puntos de vista, unirnos, ayudarnos mutuamente y enfrentar el problema inflacionario”, dijo López Obrador a uno de sus interlocutores.
El portavoz de la Presidencia de Brasil ha confirmado que el presidente mexicano planteó el asunto (un plan regional antiinflación) al mandatario brasileño en la conversación que ambos mantuvieron el miércoles por la tarde. Y añadió que este ha encargado a sus ministros del área económica que estén en contacto con sus homólogos mexicanos para analizar los detalles de la iniciativa. Lula compartió en redes sociales un escueto mensaje en el que afirmaba que había hablado con López Obrador sobre cooperación económica y la posibilidad de que visite México, “lo que haremos lo antes posible”. La invitación fue recíproca: López Obrador también fue convidado a viajar a Brasil.
El Gobierno mexicano ha apostado por dar una segunda vida a mecanismos regionales, como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Alianza del Pacífico, para enfrentar desafíos como el estallido de la pandemia y la crisis económica, pero también para hacer una alianza común en el terreno político. El gran ausente había sido Brasil. Primero, por el Gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro, que abandonó la Celac en 2020. Después, por el tenso escenario político en el país sudamericano y los amagos de golpe de Estado contra Lula, que tomó protesta el pasado 1 de enero. Otros episodios como el llamado autogolpe de Pedro Castillo en Perú obligaron a una pausa.
Lula anunció horas después que Brasil iba a volver a grupos regionales que habían sido relegados por Bolsonaro. “Vamos a trabajar para fortalecer América Latina, la Celac y Unasur [la Unión de Naciones Suramericanas]”, escribió el presidente brasileño. “Vamos a pensar lo que podemos hacer para unirnos más con nuestros países vecinos y lo que nos hace estar juntos”, agregó.
López Obrador pretende que Gabriel Boric en Chile y Luis Arce en Bolivia se sumen a la iniciativa. El presidente mexicano dijo que le pidió a Alberto Fernández que se pusiera en contacto con ellos, así como con sus ministros de Relaciones Exteriores, Economía y Comercio. “Seguimos trabajando juntos para resolver los problemas de este tiempo complejo”, escribió Fernández en Twitter y subrayó la importancia de la propuesta por aglomerar a las economías que concentran la mayor parte del PIB en la región. El mandatario mexicano también aseguró que va a buscar a la presidenta de Honduras, Xiomara Castro. Todos los involucrados, pese a sus matices y diferencias más evidentes, son Gobiernos nominalmente de izquierdas.
Solo se han mencionado estos países y las ausencias cubren todo el espectro ideológico: desde la presidenta de Perú, Dina Boluarte, y Guillermo Lasso en Ecuador hasta Nicolás Maduro en Venezuela o el nicaragüense Daniel Ortega. A raíz de la crisis política en Perú, Boluarte y López Obrador han tenido varios choques y han coqueteado con la ruptura de relaciones diplomáticas. La familia de Castillo está exiliada en México, mientras avanza el proceso judicial contra el expresidente en el país andino.
El golpe a los bolsillos de los latinoamericanos también ha repercutido en el terreno político. La inflación cerró 2022 con un 5,79% en Brasil y las tasas de interés están al 13,75%, nivel que ha provocado amargas quejas de Lula y un duro ataque al presidente del Banco Central. El pronóstico del Fondo Monetario Internacional (FMI) es que la inflación en América Latina cierre este año en 7,1%, publicó el organismo en octubre pasado. Argentina se situó en el cuarto escaño mundial, con una inflación cercana al 95% en 2022, mientras Colombia sufrió el aumento de precios más alto en las últimas dos décadas, al superar la barrera del 11%, reseñó el FMI.