“Hubo un fraude”. El titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Pablo Gómez, señaló la semana pasada en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador que México pagó un sobreprecio en la compra del sofware espía Pegasus, que se realizó en las anteriores Administraciones.
En una exposición sobre el caso judicial que se lleva contra Genaro García Luna, la prensa le cuestionó a Gómez que su dependencia no acatara la orden de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que le obliga a hacer públicos los contratos para adquirir el programa. El titular del la UIF aseguró que no le correspondía a ellos hacerlo, y aseguró que no lo harán para no exponer una tecnología que utilizan . Según dijo, se trataba de “un asunto de seguridad nacional”. Lo que sí podía señalar, ha agregado, es el sobrecosto que se pagó.
“Nosotros no somos la autoridad que deba entregar públicamente contratos, porque nosotros no firmamos ningún contrato obviamente, la autoridad nos muestra los contratos y nosotros hacemos un análisis, no sólo de esos contratos sino de las operaciones de carácter financiero que están involucradas en los pagos”, ha lanzado Gómez cuando se le cuestionó sobre el fallo de la Corte.
A principios de febrero, el pleno del máximo tribunal de justicia del país ordenó a la UIF hacer pública toda la información que tuviera acerca de la contratación del malware de la empresa israelí NSO Group. ”No hay el menor problema y nunca lo ha habido, para entregar datos referentes sobre el asunto de Pegasus”, aseguró aunque admitió que no lo harán para no exponer su propia tecnología de investigación.
La UIF, ha señalado Gómez, “ha creado su propia tecnología adecuado a las facultades legales que tiene, al hecho que recibe todos los días centenares y miles de reportes y avisos, en una compleja estructura electrónica”. “Piden que mostremos el diagnóstico. ¿Qué contiene el diagnóstico? El diagnóstico hace referencia a la tecnología que utiliza la UIF en sus actividades que le corresponden. Esa tecnología nos es pública ni puede serlo, es por definición y sin tener que hablar mucho, un asunto de seguridad nacional”, ha agregado.
Sin embargo, lo que sí puede hacer público, y es “lo que le corresponde a la UIF”, son los elementos para documentar que “el equipo que se compró estaba sobrevaluado, hubo un fraude. Se compró por más de lo que valía”. Al menos dos personas solicitaron solicitaron a través del Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información que se diera a conocer el expediente del caso Pegasus.
Las instancias correspondientes avalaron las peticiones. “La forma en la que ese equipo fue utilizada no le corresponde a la UIF, como es natural, sino a otras autoridades. Y está abierta una carpeta de investigación en la FGR”, ha apuntado el titular de la dependencia.
México fue uno de los países que más utilizó el Pegasus para espiar a cientos de personajes públicos, políticos y periodistas. Hasta la llegada de López Obrador al poder, se sabía que se había utilizado masivamente durante las Administraciones de Felipe Calderón (2006-2012) y Enrique Peña Nieto (2012-2018). El nuevo sexenio llegó con la promesa de que eso se acabaría. Sin embargo, investigaciones periodísticas dieron a conocer que el programa de espionaje se continuó utilizando durante el Gobierno actual. Sobre la adquisición en los últimos años, tampoco se han querido revelar casi datos.