Al menos 15 Estados mexicanos han sufrido apagones esta semana. La alta demanda de electricidad, en medio de una ola de calor en todo el país, ha decantado en un estado de emergencia decretado por el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), el operador del sistema eléctrico mexicano. El presidente Andrés Manuel López Obrador ha reconocido este jueves un déficit en la generación de electricidad: “Si tenemos ahora este déficit en generación es porque estamos por terminar, se nos demoraron, algunas plantas de ciclo combinado, pero se está trabajando y ya pronto se va a regularizar y se resuelve el problema hacia adelante”, ha dicho en la conferencia matutina. “Es un asunto transitorio, ya lo estamos atendiendo”.
Todo empezó cuando, por razones distintas, tres plantas generadoras de electricidad de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) dejaron de aportar energía a la red por razones distintas. Esto se conjugó con una alta demanda de electricidad derivada de las altas temperaturas, sobre todo en el norte del país. Para poder administrar la electricidad sin poner el riesgo al sistema, el Cenace optó por cortar el suministro durante periodos de alrededor de una hora en ciertas áreas del país.
“Por un lado tienes una situación que deviene de una debilidad estructural de la red y del sistema”, explica Paul Alejandro Sánchez, consultor independiente especializado en el sector energético. El Gobierno empezó a limitar los permisos de generación eléctrica a empresas privadas, lo que generó menos inversiones y una disminución de capacidad instalada. “Lo que se observa es que no es suficiente para eventos como estos en donde pueden salir dos o tres plantas de tamaño considerable sin afectar el sistema”, añade Sánchez.
Por otro lado, la demanda incrementó. El país ya rebasó los máximos históricos registrados, un fenómeno que tiene que ver con el cambio climático y que está generando, también, una fuerte sequía. Según la empresa Grupo Consultor de Mercados Agrícolas, la sequía se extendió por el 79,3% de los municipios mexicanos, con un aumento de 64 áreas afectadas en la última quincena. En total, hay 12 estados en sequía, mientras que el nivel de agua en las presas bajó a 38% a nivel nacional.
“Dadas las condiciones climáticas que estamos enfrentando, particularmente la sequía con presas en niveles muy bajos, la generación es insuficiente”, dice Sánchez, “la generación hidroeléctrica servía mucho para paliar los efectos de los incrementos en la demanda, pero ahora las presas están en imposibilidad de mantener esa generación. No tenemos generación hidroeléctrica para sostener eso. Se sumaron una serie de eventos inesperados”.
Analistas coinciden en que el sistema mexicano carece de “redundancia”, es decir, capacidad instalada que no se utiliza regularmente y durante los periodos de consumo promedio, sino aquella que solo se utiliza durante los periodos extraordinarios en que la demanda es inusualmente alta.
López Obrador, sin embargo, destacó que antes de iniciar su Gobierno, la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la empresa del Estado, generaba solo el 38%, mientras que ahora produce alrededor de la mitad. “Ahora con el esfuerzo que estamos haciendo ya genera como el 50% y va a generar al final de nuestro Gobierno como el 62%, y esto va a dar más garantía”, ha dicho.
En su comunicado, el Cenace asegura que una central fotovoltaica, es decir, de energía solar, dejó de generar electricidad por nubosidad. Pero no ofrece una explicación por la que las otras dos dejaron de funcionar. El Centro se refiere a esta como una “situación atípica” por la que se está trabajando en “coordinación permanente con la CFE”.
“Teóricamente, de acuerdo con la ley, las plantas de generación tienen que ofrecer constantemente la energía del sistema”, asegura el abogado Paolo Salerno, socio de la firma SaEnergía. “Entonces tuvo que haber un problema técnico, por lo que no pudiéramos saber si esto se repetirá durante los meses en que se espera suba más la temperatura”.
Julio suele ser el mes en que la demanda por electricidad alcanza su pico, derivado del uso de ventiladores, aires acondicionados y otras tecnologías para mitigar el calor. “Si esas plantas hubieran estado funcionando con normalidad, muy posiblemente no hubiera habido apagones”, señala Salerno. “Cuando nos preguntamos ¿qué va a pasar en los meses de más calor? La realidad es que no sabemos porque si la demanda se mantuviera como fue el día de ayer y las plantas de generación funcionaran de la forma correcta, posiblemente pudiéramos evitar un estado de emergencia como este”, agregó el especialista.