Desde que el Gobierno mexicano comenzó su ofensiva contra el tráfico de armas, poco se ha hablado de armerías europeas. Así como empresas norteamericanas alimentan el río de hierro que desemboca hacia el sur, el viejo continente contribuye al caudal de forma más moderada, pero directa. Ante ello, un nuevo estudio comisionado por la Consultoría Jurídica de la Cancillería mexicana y publicado hoy por la Universidad de Ámsterdam, concluye que las armerías de Europa gozan de protecciones que las blindan de reclamos judiciales por negligencia o criminalidad. Ello, en prejuicio de potenciales víctimas.
Este déficit de responsabilidad tiene consecuencias significativas, puesto que Europa es un “importante punto de partida” de corrientes ilícitas de armas de acuerdo con la ONU. Los resultados del estudio también preocupan dado el tamaño del sector, pues cuatro de los diez principales países exportadores de armas a nivel mundial son estados-miembro de la Unión Europea. Francia ocupa el tercer lugar, mientras que Alemania, Italia y España exportan vastas cantidades. El impacto de estos productos en la región es sorprendente: en algunas partes de Latinoamérica, hasta un 40% de las armas encontradas en escenas del crimen son europeas.
En México, estos indumentos han victimizado a civiles, periodistas y fuerzas del orden. Se reporta que el Cártel de Sinaloa está equipado con ametralladoras Heckler & Koch hechas en Alemania. El mismo cártel utilizó pistolas fabricadas por la paraestatal belga FN Herstal en el Culiacanazo de 2019 durante la fallida captura de Ovidio Guzmán. En este incidente también se identificaron armas marca Glock y Beretta, cuyos fabricantes tienen sede en Austria e Italia, respectivamente.
La presencia de armas europeas en manos de los cárteles responde a un fenómeno generalizado. Entre 2010 y 2019 se encontraron, entre otras, 1,925 pistolas Beretta y 1,365 armas rumanas en escenas del crimen del territorio mexicano, algunas de calibre militar. De acuerdo con datos oficiales obtenidos por organizaciones independientes, muchas provienen del tráfico y desvío que alimenta las redes criminales en México desde hace ya varios años. Estos patrones ilícitos son previsibles y contribuyen al agonizante número de víctimas que aumenta año con año.
Esta previsibilidad del tráfico de armas motivó al Gobierno mexicano a interponer una demanda por negligencia contra armerías en las cortes estadounidenses. La misma estrategia de litigio podría utilizarse para detener los flujos provenientes de Europa. El estudio publicado hoy, sin embargo, concluye que la opacidad y falta de transparencia escuda a las armerías europeas de ciertos procesos judiciales. Tras analizar las leyes y jurisprudencia de once países, el reporte identifica un déficit de justicia causado por decretos de secrecía, impedimentos a la interposición de denuncias, la prohibición de controles jurisdiccionales en materia armamentista y la ausencia de transparencia en órdenes de exportación.
Ante ello, los tribunales muchas veces se encuentran faltos de jurisdicción—atados de manos, en otras palabras—y las víctimas no pueden presentar sus querellas o sus pretensiones son desechadas. En su conjunto, por lo tanto, estas medidas inhiben el derecho que tienen los prejuiciados a exigir rendición de cuentas cuando las armerías o los mismos estados incurren en ventas o transacciones negligentes. El reporte también señala que los países estudiados incurren en violaciones de derechos humanos al denegar acceso a la justicia a quienes sufren en manos de productos cuyo tráfico puede evitarse con mecanismos de diligencia debida.
Esto representa un reto importante para México en su lucha contra este flagelo. Beretta y Romarm, por ejemplo, difícilmente podrían ser demandadas por comercio negligente en las cortes de Italia y Rumania, en donde tienen sus respectivas sedes. Sin embargo, existen precedentes exitosos como la sentencia alemana condenando a Heckler & Koch por ventas ilícitas de armas que fueron trágicamente utilizadas en Ayotzinapa.
Más allá, este nuevo estudio subraya la falta de conocimiento en Europa acerca de las lastimosas consecuencias del negocio de la letalidad. Es de esperarse que este documento inédito abra un nuevo frente de discusión sobre el tráfico de armas más orientado hacia el resarcimiento de las víctimas.