Los ingresos de los hogares más pobres de México están sujetos a las ayudas del exterior. De acuerdo con la edición 2022 de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las transferencias, es decir, los apoyos del Gobierno, las remesas enviadas desde otros países y las becas, entre otros rubros, constituyen el 17,2% de los ingresos monetarios de los mexicanos, solo por debajo de los ingresos obtenidos por el trabajo.
Aunque respecto al 2020, el ingreso promedio de los hogares mexicanos aumentó 11% con un promedio de 63.695 pesos (unos 3.800 dólares) al trimestre, para los hogares de deciles más bajos, es decir, los más pobres de acuerdo a las mediciones del organismo, las ayudas por estos conceptos representan 66% de sus entradas monetarias. Sin estas transferencias, los hogares del decil I tendrían entradas por apenas 4.392 pesos al trimestre.
La diferencia de ingresos entre pobres y ricos es abismal. El análisis de datos muestra que en 2022, los hogares del decil I (los de menores ingresos) representan el 2,1% del ingreso corriente total, mientras que los del decil X (los más acaudalados) concentran el 31,5% de los ingresos.
La distribución de la riqueza sigue apoyando a los que más tienen, sobre todo cuando se trata de apoyos provenientes del Gobierno, de acuerdo con un análisis de la ENIGH realizada por el Instituto de Estudios Sobre la Desigualdad (INDESIG). “El ‘primero los pobres’ fue mentira”, dice Máximo Ernesto Jaramillo-Molina, codirector del INDESIG. “Al 2022, los hogares más pobres reciben menos programas sociales que en el sexenio anterior y los más ricos reciben el triple”, menciona el también académico de la Universidad de Guadalajara.
En 2022, 46% de los hogares más pobres fueron beneficiarios de programas sociales que brinda el Gobierno mexicano, como la pensión del Bienestar a adultos mayores, o las becas Benito Juárez, pero la diferencia respecto de hogares más ricos (decil X) es de 25 puntos porcentuales, ya que el 21% de ellos reporta ser beneficiario, de acuerdo con el análisis de Jaramillo-Molina. “Es gravísimo cuando vemos el monto de las transferencias promedio mensuales per cápita, el Gobierno le está transfiriendo casi 4 veces más a cada persona de hogares más ricos, 886 en promedio por persona al decil X y 224 pesos promedio por persona al decil I”, indica el académico.
Si se analiza por la cantidad bruta de dinero que recibe cada hogar, la brecha de ingresos se ve aún mayor. Los hogares más pobres recibieron 13.411 pesos (unos 795 dólares) en un trimestre, en contraste con los 200.696 pesos (casi 12.000 dólares) que ingresaron los hogares más ricos en el país. “Debido a la regresividad de los programas, aunque se haya duplicado la bolsa total distribuida solo ha aumentado en 2% la incidencia promedio en los ingresos”, dice Jaramillo-Molina. Para los más pobres, los programas sociales pasaron de representar 25% del ingreso en 2018 a 21% en 2022.
Todo se va en comer
Los altos niveles de inflación no pasaron desapercibidos para los hogares, que alcanzó un récord de 8,77% en agosto de 2022. El promedio de gasto en las casas de México fue de 60.263 pesos al trimestre, un aumento de 11,5% respecto a lo reportado en 2020. En ese sentido, los mexicanos destinaron más de la tercera parte de sus ingresos en comprar alimentos y bebidas, con una erogación promedio de 15.059 pesos en el trimestre, un aumento de 16% respecto de lo que reportó la ENIGH en 2020.
Comer carne en México es un lujo, como lo muestran los datos del Inegi. En 2020, los mexicanos destinaron 2.801 pesos a este alimento, seguido de 2.709 pesos en cereales y el de verduras fue de 1.345 pesos. “El 70% del gasto de los hogares se destinó a alimentos, transporte, educación y esparcimiento”, dijo la presidenta del Inegi, Graciela Márquez, en la presentación de la ENIGH este miércoles. “El gasto monetario corriente promedio trimestral en áreas urbanas fue 1,6 veces el de las áreas rurales” remató Márquez.
Las otras desigualdades: las mujeres, los indígenas y los discapacitados
No conforme con pertenecer a alguno de los deciles con ingresos más bajos, algunos mexicanos padecen un componente extra de desigualdad, como ser mujer, indígena o tener algún tipo de discapacidad.
En primer lugar, las mujeres tuvieron un ingreso promedio de 29.285 pesos, mientras que una mujer ingresa 19.081 pesos en el mismo periodo, una brecha salarial de género de casi 35% o 10.204 pesos menos. En segundo sitio, las personas con discapacidad tienen un ingreso trimestral monetario de 16.592 pesos al trimestre, una situación que se agrava para las personas con problemas del lenguaje, quienes solo perciben 11.144 pesos en el mismo lapso de tiempo.
Finalmente, las personas que se consideran indígenas o son hablantes de una lengua originaria de México tuvieron un ingreso trimestral bruto de 18.428 pesos, es decir, 24,5% menos que el promedio nacional.