En México, pocas cosas importan más que el presente. Tan solo el auge en el número de tarjetas de crédito otorgadas en el país en el último año lo demuestra. Hasta Agosto de 2024, en el país circulan 35,5 millones de plásticos, un incremento de 2,5 millones de contratos de deuda bancaria respecto a lo reportado en julio del año pasado, según las cifras más recientes del sector privado en México otorgadas por la banca comercial y reportadas a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). En promedio, los bancos están otorgando 6.616 tarjetas de crédito al día.
El consumo básico es la prioridad de los mexicanos, y el incremento en las tarjetas de crédito es una señal de las necesidades de liquidez de los mexicanos, según un análisis de Vanguard en colaboración con México, ¿Cómo Vamos?
Sin embargo, el derroche no se da a manos llenas, pues, aunque haya más tarjetas en las carteras de los mexicanos, su capacidad de compra es menor. El monto utilizado ha desacelerado, y el destino de esos recursos ha cambiado en los últimos 12 meses, hace un año se usaban las tarjetas para comprar boletos de avión principalmente, ahora el mayor porcentaje está destinado a supermercados. Este cambio en la dinámica de consumo es reflejo de la economía, donde el consumo básico es la prioridad de los mexicanos, y el incremento en las tarjetas de crédito es una señal de las necesidades de liquidez de los mexicanos, destaca.
Obtener un financiamiento no es gratis, y los bancos que otorgan estos créditos son los grandes ganadores. Hasta julio de este año, la banca comercial obtuvo 245.977 millones de pesos por concepto de tarjetas de crédito, un incremento de 9,1% más que el año anterior. Y se trata de un negocio redondo: del total de los deudores, solo 3% de ellos se registran como no pagadores, de acuerdo con el Índice de Morosidad registrado por el Banco de México (Banxico).
El estrés financiero del endeudamiento afecta más a la Generación Z (49%) y a los Millennials (52.4%) en comparación con los Baby Boomers (74.1% no reporta impacto significativo). Este dato refleja cómo las generaciones más jóvenes enfrentan mayores desafíos económicos, como la incertidumbre laboral y el aumento del costo de vida.
Dos de cada tres colaboradores reportan que su principal preocupación financiera son sus deudas. La principal preocupación financiera de los colaboradores que pagan más del 50% de sus ingresos al monto de sus deudas, claramente son estas mismas
Esta carga financiera constante genera un círculo vicioso de ansiedad y preocupación, que puede llevar a una disminución en la calidad de vida y en la capacidad de las personas para disfrutar de sus ingresos.
El incremento en el salario mínimo, los subsidios otorgados mediante apoyos sociales del gobierno y remesas en niveles máximos contribuyen al entusiasmo de los bancos para seguir otorgando créditos al consumo. El riesgo de un incremento en la tasa de morosidad sigue existiendo, y en un contexto de desaceleración económica, incrementa la probabilidad, por lo que los grupos financieros y bancos han incrementado sus reservas financieras para hacer frente a dichos riesgos.