México, España y un mundo en alfileres: una conversación con el Embajador Javier Rupérez Rubio

En 2015 tuve la oportunidad de conocer a una de las mentes y personalidades más influyentes de España de las últimas décadas.

El encuentro sucedió en un desayuno protagonizado por el ex presidente español, Felipe González, en las instalaciones de CSIS.

En aquel entonces yo era un estudiante inquieto que se había ganado una beca para ir a estudiar y trabajar en Washington, D.C. Hoy, 10 años después – con esa inquietud y curiosidad profesional e intelectual intacta – tuve el gusto de volver a coincidir con el Embajador Javier Rupérez en Madrid.

Por mencionar algunos de los puestos más importantes durante su extensa y admirable carrera profesional y diplomática, el Embajador Javier Rupérez ha sido Embajador de España en Estados Unidos y ante la OTAN en la misma época en la que España ingresó a la organización.

Además, ha sido Diputado y Senador; Consejero de la Embajada de España en Etiopía, Polonia, Finlandia, Suiza; representó a España en la Conferencia sobre la Seguridad y la Cooperación en Europa; y, el Embajador Rupérez participó en la negociación y firma del Acta Final de Helsinki, un documento que redefinió el orden mundial al legitimar fronteras, impulsar los derechos humanos y acelerar el fin de la Guerra Fría.

Sin duda alguna, su opinión – sustentada en la experiencia – es indispensable para entender mejor el mundo en el que vivimos.

México y España: una relación que va más allá de la política

Pocas relaciones bilaterales tienen la profundidad histórica, cultural y económica de la que gozan México y España. Sin embargo, en los últimos años, tensiones políticas han puesto en duda la fortaleza de este vínculo.

Para el embajador Rupérez, quien formó parte de la reanudación de relaciones diplomáticas entre ambos países tras la dictadura franquista, la situación actual es preocupante.

“Me tocó participar en la negociación del restablecimiento de relaciones entre México y España tras 40 años de distanciamiento. Fue un proceso delicado, pero al final prevaleció el entendimiento mutuo. Hoy, sin embargo, veo con sorpresa que algunas posturas políticas buscan generar una fractura que no tiene sentido”.

El primer acto fue la famosa carta emitida en 2019 por el ex presidente López Obrador hacia el rey Felipe VI de España exigiendo una disculpa por los abusos cometidos durante la Conquista del país. Algo que sucedió ¡hace 500 años!

El segundo acto fue la decisión del presidente López Obrador de “pausar” las relaciones con España en 2022, acusando a algunas empresas españolas de “saquear” a México.

Y por si no había sido suficiente, en un tercer acto, la presidenta Sheinbaum tomó la decisión de no invitar al rey Felipe VI de España de su toma de posesión, una señal que muchos interpretaron como un mensaje de distanciamiento diplomático.

“No entiendo qué se pretende lograr con estas actitudes. La relación entre México y España no es solo política, es humana, económica y cultural. Durante décadas, miles de mexicanos han encontrado en España una segunda casa, y lo mismo han hecho los españoles en México. Romper estos lazos por cuestiones ideológicas es un error.”

España cuenta con más de 7 mil empresas operando en el país. A su vez, México es el principal socio comercial de España en América Latina. En 2023, el comercio bilateral superó los 10 mil millones de euros. Para el embajador, las diferencias políticas no pueden poner en riesgo una relación con tanto peso económico.

“Los empresarios lo tienen claro: la relación entre ambos países es clave para el crecimiento mutuo. Pero los discursos políticos a veces van en otra dirección. Se crea una narrativa de confrontación que no beneficia a nadie.”

Más allá de los desacuerdos actuales, el embajador insiste en que el futuro de la relación entre México y España dependerá de la voluntad de ambos países para encontrar puntos de entendimiento.

“Hemos construido juntos una relación que ha resistido crisis mucho más profundas. La pregunta es si los gobiernos actuales tienen la visión suficiente para evitar un daño innecesario. No podemos permitir que la historia y el futuro de esta relación queden en manos de la coyuntura política del momento.”

“México y España no son simplemente dos países con historia compartida, son socios estratégicos. Debemos centrarnos en el futuro, en lo que podemos construir juntos, en lugar de alimentar disputas que solo nos debilitan.”

Así, mientras los vientos políticos soplan en direcciones inciertas, la relación entre México y España enfrenta uno de sus mayores desafíos.

¿Se impondrá la voluntad política (o más bien, la falta de ella) o ambas partes se darán cuenta de que se necesitan más de lo que piensan y trabajarán por mejorar la relación?

El regreso de Trump: ¿Un nuevo orden mundial o el principio del caos?

Si hay un factor que genera incertidumbre a nivel mundial, es el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. Su primera administración sacudió las bases del multilateralismo y el equilibrio global y ahora, con su regreso, el Embajador advierte que la situación podría ser aún más grave.

“Cuando en 2017 escribí sobre la llegada de Trump, había incertidumbre. Hoy esa incertidumbre ha sido reemplazada por una certeza: Trump está dispuesto a romper el orden internacional a cualquier costo.”

Desde las amenazas de imponer aranceles hasta su política migratoria de deportaciones masivas, Trump ha demostrado que su estrategia se basa en la presión y el miedo.

“Trump no tiene una ideología clara. No es un conservador tradicional, ni un liberal, ni un populista en el sentido clásico. Su único objetivo es la afirmación del poder estadounidense en su sentido más imperialista. Y para lograrlo, usa la amenaza como herramienta principal.”

Uno de los primeros países en sentir la presión ha sido México, que ya ha tenido que desplegar 10 mil tropas para contener la migración tras las amenazas de Trump. Sin embargo, el Embajador Rupérez advierte que la estrategia del presidente estadounidense no sólo alarma a México, sino también a Europa y al resto del mundo.

“Trump quiere renegociarlo todo a su favor. No le importa la estabilidad global, solo busca maximizar el poder de Estados Unidos. Ya lo hemos visto con México, con Canadá, y lo veremos con Europa y otros países.”

Pero la pregunta clave es: ¿hasta dónde puede llegar Trump?

“Cambiar la Constitución de Estados Unidos es difícil, pero no imposible. Si tuviera el poder absoluto, sin duda lo intentaría. Sin embargo, incluso sin cambiar la Constitución, ya está alterando la dinámica global con sus amenazas y su retórica agresiva.”

La guerra de Ucrania, el futuro de la OTAN y el nuevo equilibrio de poder

La OTAN ha sido la piedra angular de la seguridad en Occidente desde 1949, pero ahora enfrenta uno de sus mayores desafíos existenciales. A este respecto, el Embajador mencionó lo siguiente:

“Desde 1949, ningún país ha osado atacar a un miembro de la OTAN. El artículo 5 es la mayor garantía de seguridad que existe en el mundo. Si desaparece, la incertidumbre y la guerra se convertirán en la norma.”

Si la OTAN se debilita, el equilibrio de poder mundial podría cambiar drásticamente, lo que abriría la puerta a un mayor protagonismo de Rusia y China en el ámbito militar y estratégico.

La invasión rusa de Ucrania ha reconfigurado la geopolítica mundial. Para el Embajador, el conflicto no solo es una tragedia humanitaria, sino un punto de inflexión para la seguridad europea.

“Putin ha cometido el mismo error que Hitler: ha subestimado la reacción de Occidente. Pensó que la invasión de Ucrania sería rápida y que no habría consecuencias serias. Pero lo que ha logrado es fortalecer la OTAN y aumentar la desconfianza global hacia Rusia.”

“La pregunta que los rusos deberían hacerse es: ¿por qué tantos países quieren entrar en la OTAN? La respuesta es clara: porque no quieren quedar a merced de Rusia. No fue la OTAN quien forzó a estos países a unirse, sino la amenaza que representa el expansionismo ruso.”

Desde los países bálticos hasta Polonia, la preocupación por una Rusia expansionista ha llevado a un incremento del gasto militar y a una reorganización de las alianzas estratégicas. En cuanto a la posible incorporación de Ucrania a la OTAN:

“Cuando España entró en la OTAN en 1982, la Unión Soviética no lo recibió bien, pero fue una decisión soberana. En el caso de Ucrania, la situación es aún más tensa, porque estamos hablando de un país que ya ha sido invadido y que busca protegerse de futuras agresiones.”

“Si uno lo analiza bien, se dará cuenta de que Polonia es el país de la OTAN que más ha aumentado su presupuesto militar, incluso superando a Estados Unidos en términos de porcentaje del PIB destinado a defensa. Principalmente esto se debe a su proximidad geográfica con Rusia y al temor de una posible agresión tras la invasión de Ucrania. Rusia es un elemento catastrófico para la seguridad y para la libertad europea.”

En cuanto a la postura y presión de Donald Trump por incrementar la participación presupuestaria hacia la OTAN de algunos países como España, el Embajador dejó clara su postura.

“España debe llegar al 2% del PIB en gasto militar antes de 2029. Seguir siendo el país que menos invierte en su defensa es inaceptable.”

Europa en búsqueda de su nueva identidad

El Embajador Rupérez señala que la Unión Europea enfrenta uno de sus momentos más críticos debido a la combinación de factores como el auge de los nacionalismos y extremismos, la crisis económica, y la inestabilidad política en algunos de sus Estados miembros.

“Europa no es un país, es un mosaico de 27 naciones con leyes e intereses distintos. Pero si algo nos ha demostrado la historia, es que la unidad es nuestra mayor fortaleza.”

El Embajador advierte que los tiempos de incertidumbre pueden ser una oportunidad para que la Unión Europea refuerce su autonomía estratégica.

“Si Europa quiere ser un actor relevante en el futuro, debe consolidar su independencia económica, tecnológica y militar. De lo contrario, seguirá siendo un espectador en un mundo dominado por Estados Unidos, China y Rusia.”

Europa enfrenta además un reto en materia de defensa, pues el debilitamiento de la OTAN podría obligar a la Unión Europea a asumir una mayor responsabilidad en su seguridad.

“Europa tiene dos opciones: reforzar su unión y asumir un papel más activo en el escenario global, o seguir fragmentándose y convertirse en un actor secundario. La historia nos ha enseñado que los tiempos de crisis pueden ser tiempos de oportunidad, pero solo si se toman las decisiones correctas.”

Un mundo en redefinición

El mundo está en un punto de inflexión. México y España deben decidir si fortalecen su relación o dejan que los caprichos políticos decidan su futuro. Europa enfrenta el dilema de consolidar su autonomía estratégica o quedar relegada en un mundo cambiante. Entre amenazas y guerras, la OTAN lucha por mantenerse como un garante de la seguridad global. En este escenario caracterizado por la incertidumbre, la historia no será escrita por los espectadores, sino por quienes sepan actuar con visión y determinación.