Ciudad de México es de las capitales que más museos tienen en el mundo. Algunas de sus joyas arqueológicas, artísticas y escultóricas forman parte del rico patrimonio nacional custodiado por el Instituto de Antropología e Historia (INAH), sin embargo, los trabajadores de la dependencia en la capital denuncian feroces recortes en el presupuesto y malas condiciones laborales. Este viernes integrantes del Sindicato de Trabajadores del INAH se han manifestado frente al Museo de Antropología e Historia para denunciar malas prácticas en el interior del Instituto que dirige Diego Prieto Hernández y demandar mejoras en sus condiciones laborales.
Pese a que ha transcurrido más de la mitad del año, los trabajadores denuncian que una parte del presupuesto asignado al INAH no ha caído todavía, lo que ha provocado retrasos en el pago de prestaciones y adeudos con proveedores en varios museos de la capital. “El INAH ha sufrido un permanente y sistemático recorte presupuestal. Si bien los montos otorgados al Instituto muestran un crecimiento mínimo año con año, esto hay que contrastarlo con el impacto de la inflación”, señala el comunicado del sindicato.
Con la pandemia por la Covid-19, el Gobierno mexicano aplicó un recorte del 75% a todas las dependencias. Tres años después, los empleados del INAH denuncian que sigue sin haber dinero para lo más básico. “No hay gasto básico para resolver cuestiones mínimas como compra de agua para beber, material de oficina, tinta para impresión, toallas de papel, jabón y papel de baño en los sanitarios de las y los trabajadores, como para los visitantes en los museos”, agregan. Dicen que tampoco hay presupuesto para hacer talleres didácticos y que normalmente acaban pagando de su bolsillo el material para hacerlos.
“Exigimos que se otorguen los recursos presupuestales de 2023 para la correcta operación de los museos y centros de trabajo INAH de la Ciudad de México y se realicen las gestiones necesarias por parte de la autoridad, para la ampliación presupuestal que garantice el adecuado y digno funcionamiento de museos y centros INAH, no sólo de la Ciudad de México, sino a nivel nacional”, señala un portavoz del sindicato.
La falta de presupuesto se ha traducido en falta de personal de limpieza y mantenimiento, pero también en plazas vacantes que no han sido cubiertas y que impactan en la investigación, la conservación y la difusión del patrimonio cultural de México y por lo tanto, en que el público pueda disfrutar del acervo histórico y de sus museos plenamente. Solo en Semana Santa, el Castillo de Chapultepec recibió 130.000 visitantes, apuntan los trabajadores. El Museo de Antropología, otra de las joyas de la corona del INAH, recibió este mes de junio casi 60.000 visitantes y el Templo Mayor, en el Centro Histórico, es visitado por más de 6.000 personas en un solo fin de semana.
También denuncian acoso laboral de algunos superiores con varios trabajadores y el uso de personal del Instituto para asuntos personales o de “vigilancia y control del personal de base [sindicalizados], en lugar de dedicarse a la protección del patrimonio cultural que nuestros centros de trabajo resguardan”, reza el comunicado. A estas reivindicaciones suman la apertura de las convocatorias para ocupar las plazas vacantes por jubilación, defunción y promoción por grado académico que llevan congeladas desde 2017.
Consultado por este diario, el INAH señala que “siempre ha estado abierto al diálogo y a la negociación” con los trabajadores y hay acordada una reunión para tratar estos temas el próximo lunes 17 de julio.